Después de hacer este pollo ¡No lo comerás de otra manera!

El pollo es un alimento versátil que se presta para una multitud de recetas, pero hay algunas formas de prepararlo que te harán replantearte tus métodos tradicionales.

Hoy te traigo una receta sencilla, pero con un sabor tan increíble que, te aseguro, después de probarla, ¡no querrás volver a hacer el pollo de otra forma!

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Ingredientes

  • 3 filetes de pollo
  • 1 taza de harina de trigo
  • 2 cdas de manteca
  • 1.5 cdas de miel
  • 2 cdas de perejil picado
  • 1.5 cdas de salsa inglesa
  • 4 dientes de ajo picados
  • Aceite de oliva, cantidad necesaria para freír
  • Sal, aproximadamente 5 gr (o al gusto)
  • Pimienta, aproximadamente 3 gr (o al gusto)

Preparación

  1. Salpica los filetes de pollo con sal y pimienta de manera uniforme. Luego, pásalos por harina de trigo, asegurándote de que queden bien cubiertos.
  2. En un sartén grande, calienta un chorro de aceite de oliva y las 2 cdas de manteca. Una vez caliente, añade los filetes de pollo y fríelos hasta que estén dorados de ambos lados. Retíralos y resérvalos.
  3. En el mismo sartén, añade los dientes de ajo picados. Cuando comiencen a dorarse, incorpora la miel y la salsa inglesa, mezclando bien. Cocina a fuego medio hasta que la salsa espese ligeramente.
  4. Vuelve a introducir los filetes de pollo en la sartén, bañándolos con la salsa. Cocina por unos minutos más, asegurándote de que el pollo esté bien impregnado con la salsa.
  5. Una vez listos, sirve los filetes en un plato y espolvorea con perejil picado por encima.

Este pollo, con su mezcla de dulzura de la miel y el sabor distintivo de la salsa inglesa, te transportará a un nuevo nivel culinario. Ideal para una cena entre semana o un almuerzo especial, es una receta que seguro se ganará un lugar en tu repertorio. ¡Buen provecho!

Consejos

  • Es importante que la salsa no se cocine demasiado para evitar que se caramelice en exceso.
  • Si deseas un toque picante, puedes añadir un poco de ají molido o chile en polvo a la salsa.
  • Recuerda que el pollo debe estar bien cocido en su interior. Siempre es bueno contar con un termómetro de cocina para verificar.

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