El dulce de leche es, sin dudas, uno de los emblemas de la gastronomía de nuestra tierra. Su sabor dulce y cremoso conquista paladares de grandes y chicos.
Y si ya es rico de por sí, imaginen convertirlo en una mousse aireada y suave. Es una verdadera tentación que se deshace en la boca.
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Así que, sin más preámbulos, les comparto esta receta fácil y rápida para disfrutar de un postre bien nuestro.
Ingredientes
- 3 claras de huevo
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de crema para batir bien fría
- 1 taza de dulce de leche repostero frío
Para la decoración:
- Crema batida
- Dulce de leche
- Cacao en polvo
Preparación
- En un bowl grande, bate las claras a punto nieve con una pizca de sal. Una vez que comiencen a espumar, agrega el azúcar poco a poco, continuando con el batido hasta obtener un merengue firme y brillante.
- En otro recipiente, bate la crema hasta que alcance punto chantillí. Es importante que la crema esté bien fría para lograr la consistencia deseada.
- Con movimientos envolventes, mezcla el dulce de leche repostero con la crema batida. Intenta hacerlo con suavidad para que la preparación mantenga su aireación.
- Una vez integrados, agrega el merengue de claras en tres tandas, siempre con movimientos suaves y envolventes para que la mousse no pierda su esponjosidad.
- Vierte la mousse en copas o vasitos individuales y lleva al refrigerador por al menos 3 horas para que tome consistencia.
- Al momento de servir, decora con un poco de crema batida por encima, unas cucharadas de dulce de leche y espolvorea con cacao en polvo.
Esta mousse de dulce de leche es la combinación perfecta entre lo suave y lo dulce, y es ideal para cerrar una comida o para merendar.
El toque de cacao brinda un contraste delicioso. ¡Espero que la disfruten y que les traiga sonrisas a la hora del postre! ¡Hasta la próxima receta!
