El flan es un postre tradicional que se disfruta en muchos hogares alrededor del mundo.
Sin embargo, cuando le añadimos el inconfundible sabor del dulce de leche, este clásico se transforma en un manjar imperdible.
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Aquí te presentamos una receta sencilla y deliciosa para preparar un flan de dulce de leche que seguro conquistará a todos tus comensales.
Ingredientes
- 150 gramos de azúcar (3/4 taza)
- 250 gramos de dulce de leche (Nota: En otros lugares se conoce como arequipe o manjar blanco. Si eres celíaco, asegúrate que sea apto para ti).
- 500 ml de leche hervida (2 tazas)
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 huevo
- 4 yemas
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
- Prepara el caramelo colocando en una cacerola el azúcar y cubriéndolo apenas con agua. Lleva al fuego hasta obtener un caramelo de buen color.
- Rápidamente, verte el caramelo en una budinera, distribuyendo y girando para revestir toda su superficie interna. Deja enfriar hasta que solidifique.
- En una cacerola, combina la leche recién hervida con las tres cucharadas de azúcar. Revuelve y déjala entibiar.
- En un recipiente aparte, semi-bate las yemas junto al huevo completo. Añade el dulce de leche y mezcla bien hasta integrar.
- Incorpora a la mezcla la esencia de vainilla y luego la leche de forma gradual.
- Traslada la preparación a la budinera caramelizada y cocina a baño María en un horno precalentado a 180°C. Recuerda que el agua del baño María debe estar caliente y llegar hasta la mitad de la budinera.
- Cocina el flan durante aproximadamente 45 minutos. Debes asegurarte que los bordes estén firmes y el centro aún conserve cierta humedad.
- Una vez cocido, retira el flan del horno y del baño María. Deja que enfríe a temperatura ambiente y posteriormente refrigera hasta que esté bien frío.
- Al momento de servir, desmolda con cuidado y presenta en un lindo plato.
Disfruta de este flan de dulce de leche como postre tras una buena comida o simplemente como una deliciosa merienda.
Es una joya de la repostería que nunca pasa de moda y siempre resulta un placer para el paladar. ¡Buen provecho!