El bizcochuelo de vainilla es de esos postres que todos amamos. Con su aroma tentador y su textura esponjosa, es perfecto para la merienda o como base para tortas más elaboradas.
Su preparación es sencilla, y es muy probable que ya cuentes con todos los ingredientes en tu cocina. Así que, sin más, ¡arranquemos con la receta!
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Ingredientes
- 3 huevos grandes
- 80 ml de aceite de girasol
- 120 g de azúcar
- 140 g de harina
- 5 g de polvo para hornear
- 5 ml de esencia de vainilla
- Una pizca de sal
- Aceite o rocío vegetal para el molde
Preparación
- Prende el horno a 180°C. Mientras calienta, rocía un molde de bizcochuelo con aceite o con rocío vegetal para evitar que se pegue.
- En un bol grande, mezcla los huevos con el azúcar hasta que quede bien cremoso y de un color más claro.
- Agrega de manera gradual el aceite de girasol, sin dejar de mezclar.
- En otro recipiente, cierne la harina junto con el polvo para hornear y la sal. Este paso es clave para que el bizcochuelo quede bien aireado.
- De a poco, incorpora los ingredientes secos al bol de los huevos, azúcar y aceite, y combina bien.
- Finaliza añadiendo la esencia de vainilla y revuelve hasta obtener una masa homogénea.
- Vierte la preparación en el molde y cocinalo en el horno durante unos 25-30 minutos. Sabrás que está listo si, al meter un palillo en el centro, este sale limpio.
- Al terminar la cocción, retíralo del horno y deja que se enfríe un poco antes de desmoldar. Después, colócalo sobre una rejilla para que termine de enfriarse.
Este bizcochuelo de vainilla es la receta perfecta para cuando querés algo dulce sin complicarte demasiado.
Ya sea que lo disfrutes así nomás o lo uses como base para una torta con más onda, te aseguro que vas a quedar más que satisfecho.
¡Espero que lo pruebes y te encante tanto como a mí! ¡Hasta la próxima receta!
