Comprenda por qué está mal lavar el arroz antes de cocinarlo

Comprenda por qué está mal lavar el arroz antes de cocinarlo

Si pensamos en alimentos universales, sin duda, el arroz es uno de ellos. Ha sido capaz de integrarse en un sinfín de culturas debido a su sabor suave. Si queremos un acompañante perfecto, seguro que un buen arroz no falla. Veamos por qué no deberías lavar el arroz.

Algo que también nos encanta del arroz, es que es fácil de preparar. Aunque existen muchas versiones y preparaciones, no es nada difícil aprender a cocinar un buen arroz blanco. Además, nos encanta que no solo es versátil, sino que aporta nutrientes importantes para nuestra dieta. 

Aunque cocinar un arroz  no es difícil, hay pequeños trucos que hacen la diferencia en el proceso. Seguro has visto que algunas personas optan por lavarlo antes de cocinar, pero ¿Por qué?

Este es un hábito que ha logrado traspasar generaciones y es muy fácil ver cómo en una familia se sigue la receta de generación en generación. Sin embargo lo más importante es saber cuál es el propósito último del arroz, qué papel tienen que cumplir en el plato.

Esta mal lavar el arroz para algunas preparaciones y te contamos por qué

Lavar el arroz es una costumbre que viene desde hace muchos años, cuando este se vendía recubierto por una capa blanca. Para algunos esto le daba una apariencia turbia y poco agradable al arroz, pero no sé trata de eso. No es necesario lavarlo para que esté limpio, en realidad puedes arruinar el arroz si lo lavas bajo el grifo.

El arroz ha logrado traspasar fronteras y en los supermercados encontramos muchos tipos de arroz con características diferentes. Está mal lavar el arroz en todas las preparaciones porque se enjuaga gran parte del almidón que contiene. Si quieres un arroz muy suelto y ligero, seguro que todo ese almidón te sobra, pero si quieres preparar un risotto o un arroz con leche, enjuagarlo es el peor error. 

El arroz tiene más o menos almidón según su origen y tratamiento. Si queremos preparar un risotto, necesitamos ese almidón para que quede cremoso, suave y ligero. Antes de comprar un arroz, ten en cuenta para qué lo quieres. Si quieres una reparación húmeda, densa y untuosa, un arroz japonés o coreano,  son buenas opciones.

Para que puedas reconocerlos con mejor facilidad, los arroces de grano largo o mediano tienen una cantidad de almidón media, estos son ideales cuando quieres arroces más secos, como las preparaciones de paella o el típico arroz blanco. Por el contrario, si quieres un arroz caldoso en el que se mezclan las texturas del arroz y del caldo, las versiones de grano corto son las mejores.

 

Algo que también debes tomar en cuenta, es que al lavar el arroz, se pierde la mayoría de la carga nutricional que tiene. En el almidón se encuentran la mayoría de los agentes nutritivos, así que hay que pensarlo dos veces.

Ahora que sabes cuáles son las características del arroz, seguro no vas a fallar en tus próximas operaciones.

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