Cómo hacer Rosquitas de leche condensada ¡Una receta para una rica merienda!

Estas rosquitas hechas con leche condensada son muy fáciles y rápidos de hacer. Te encantará esta receta como merienda, desayuno o simplemente cuando necesites algo sabroso para acompañar el café o la leche.

Con ingredientes básicos y sin tiempo de reposo de la masa, se hacen en un santiamén. Tienen una textura tierna por fuera pero también ligeramente crujiente, además de un rico sabor sin ser excesivamente dulces, ¡así que no te asustes por la leche condensada!

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Sorprende a tu familia haciendo estos deliciosos donuts o rosquillas de leche condensada.

Ingredientes

  • 2 Huevos
  • 390 grs. de Leche Condensada
  • 470 grs. de Harina de trigo común
  • 30 grs. de Mantequilla sin sal
  • 15 grs. de Levadura química o Polvo de Hornear
  • 1 cda. de Vinagre de Vino Blanco
  • 1 cdita. de Esencia o Extracto de Vainilla
  • Harina c/n para estirar la masa
  • Abundante Azúcar para rebozar las roscas
  • Abundante Aceite para freír

Preparación

  1. En un bol grande, combina la leche condensada, los huevos, el vinagre, la vainilla y la mantequilla (que debe estar a temperatura ambiente) y bate hasta que se mezclen ligeramente.
  2. Añade a la mezcla la harina y la levadura en polvo o el bicarbonato. Utiliza una espátula para remover hasta que la masa esté demasiado espesa para seguir mezclándola; entonces vuélcala sobre una superficie de trabajo enharinada si está demasiado pegajosa.
  3. Amasa con las manos sólo unos minutos hasta que la masa ya no se pegue a las manos y esté lisa, pero ten cuidado de no amasar demasiado tiempo o acabarás teniendo unas roscas duras.
  4. Con un cortador o utensilio de unos 7 centímetros de diámetro, y otro de 2 centímetros para el centro, corta círculos. Desecha los restos de masa de las roscas y sus centros.
  5. Colócalos en una bandeja y luego vuelve a amasarla ligeramente antes de estirarla y cortarla hasta agotar toda la masa.
  6. Calienta un poco de aceite en una sartén al fuego a una temperatura adecuada.
  7. Fríe las rosquillas por tandas dándoles la vuelta para que se doren por ambos lados.
  8. Una vez hechos, pásalos a papel de cocina para eliminar el exceso de aceite antes de pasarlos por azúcar aún calientes. Deja que se enfríen completamente sobre una rejilla después.

¡Y listo, ya podemos disfrutar de unas deliciosas rosquillas caseras hechas con leche condensada!

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