Con pocos ingredientes y un poco de paciencia, podés preparar en casa unas trenzas suaves, doradas y rellenas con crema pastelera.
Son ideales para compartir en familia, vender o llevar a una reunión.
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Con esta receta salen 4 trenzas grandes y bien decoradas.
Ingredientes
Para la masa:
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1 kg de harina 0000
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200 g de azúcar
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350 cc de agua tibia
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2 huevos
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100 ml de aceite
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30 g de levadura fresca
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Ralladura de 1 limón o 1 naranja
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1 cucharada sopera de esencia de vainilla
Para la crema pastelera:
- 500 ml de leche
- 45 g de maicena
- 35 g de harina común
- 2 huevos
- 120 g de azúcar
- 1 cucharada sopera de esencia de vainilla
Preparación
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En un bol, mezclá la levadura con una cucharada de azúcar, una de harina y la mitad del agua tibia. Dejá reposar 10 minutos hasta que se active y forme espuma.
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En otro recipiente grande, colocá la harina, el resto del azúcar, los huevos, la ralladura, la esencia de vainilla, el aceite y el fermento activado.
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Agregá el resto del agua y comenzá a amasar hasta formar un bollo suave. Si es necesario, agregá un poco más de harina para que no se pegue.
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Tapá el bollo y dejalo descansar en un lugar templado hasta que duplique su tamaño.
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Dividí la masa en 4 porciones iguales. De cada porción formá tiras y trenzalas. Colocá las trenzas en una fuente o placa enmantecada.
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Dejalas levar nuevamente hasta que estén bien infladas.
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Mientras tanto, prepará la crema pastelera: En una olla, mezclá bien la leche, la maicena, la harina, los huevos y el azúcar. Cociná a fuego medio revolviendo constantemente hasta que espese. Apagá el fuego, agregá la esencia y dejá enfriar con film en contacto.
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Colocá la crema en una manga y decorá cada trenza por encima con líneas de crema.
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Llevá al horno precalentado a 180 °C durante 30 minutos, o hasta que estén doradas y bien cocidas.
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Al retirarlas, pincelalas con almíbar caliente para darles brillo. Decorá con cerezas y hilos de chocolate derretido si querés.
Consejos:
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Si no tenés manga para la crema, podés usar una bolsita con un corte pequeño en la punta.
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El almíbar se hace hirviendo partes iguales de agua y azúcar durante 3 minutos.
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Si querés que las trenzas queden aún más esponjosas, podés reemplazar parte del agua por leche tibia.
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Para conservarlas, guardalas en una bolsa bien cerrada cuando estén frías.
Estas trenzas son ideales para acompañar el mate, un café o para vender en porciones.
Su sabor casero y la combinación con la crema pastelera las convierte en un clásico irresistible.