La torta cebra es una de esas recetas que sorprenden desde el primer corte.
Su diseño a rayas, que recuerda al pelaje de una cebra, combina lo mejor de dos sabores clásicos: vainilla y chocolate.
Te recomendamos: Pastelitos de coco sin harina ¡Listos en 2 minutos y super jugosos!
Además de ser muy vistosa, es fácil de preparar y no necesita ingredientes complicados. Ideal para acompañar el mate o el café de la tarde.
Ingredientes
-
2 ½ tazas de harina leudante
-
1 ½ tazas de azúcar
-
4 huevos
-
¾ taza de aceite de girasol
-
1 chorrito de leche
-
1 cucharadita de esencia de vainilla
-
2 cucharadas de cacao amargo
Preparación
-
Colocá los huevos y el azúcar en un bol grande. Batí con batidora eléctrica a máxima velocidad durante unos 5 a 7 minutos, hasta que la mezcla quede bien espumosa y de color claro.
-
Agregá la esencia de vainilla, el aceite y el chorrito de leche. Mezclá bien hasta integrar todos los ingredientes.
-
Incorporá la harina leudante de a poco, usando movimientos envolventes con una espátula para no perder el aire de la mezcla.
-
Dividí la preparación en dos partes iguales. A una de ellas sumale las dos cucharadas de cacao amargo y mezclá hasta que el color quede parejo.
-
Enmantecá y enhariná un molde redondo de unos 20 cm de diámetro.
-
Empezá el armado de la torta: colocá dos cucharadas de la mezcla de vainilla justo en el centro del molde. Encima, colocá dos cucharadas de la mezcla de chocolate, siempre vertiendo en el centro. Repetí este procedimiento, alternando los colores, hasta terminar con ambas preparaciones.
-
Una vez listo el armado, llevá la torta a horno precalentado a 180 °C durante unos 40 a 45 minutos. Para saber si está lista, insertá un palillo en el centro: si sale limpio, ya la podés sacar.
-
Dejá enfriar antes de desmoldar.
Consejos:
-
Si querés un sabor más intenso a chocolate, podés agregar una cucharada extra de cacao a la parte oscura.
-
Para que las líneas te queden bien definidas, es importante siempre verter cada capa justo en el centro del molde y no moverlo demasiado.
-
Si te gusta, podés decorar la superficie con un poco de azúcar impalpable o hacer un glaseado liviano de vainilla o chocolate.
Una torta original, fácil y que queda espectacular tanto en sabor como en presentación.