Los cepillos de dientes viejos pueden parecer basura, pero en realidad tienen muchos usos prácticos que pocas personas conocen.
En lugar de tirarlos, podés reutilizarlos para facilitar la limpieza del hogar y resolver problemas cotidianos de manera sencilla y económica.
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¡Descubrí estas increíbles ideas!
1. Limpiar los grifos y las juntas difíciles
Para eliminar la suciedad acumulada en los grifos y en las juntas de la cocina o el baño, atá dos cepillos de dientes con una banda elástica.
Luego, sumergilos en agua con detergente y pasalos por las ranuras difíciles de alcanzar.
Esta técnica te permitirá limpiar con mayor precisión, sin dañar las superficies.
2. Abrir frutos secos de cáscara dura
Romper nueces, pistachos o almendras con las manos puede ser complicado.
Una forma práctica de hacerlo es cortando las cerdas de dos cepillos de dientes y atándolos uno frente al otro con una banda elástica.
Colocá la nuez en el medio y presioná los mangos: de esta manera, la cáscara se romperá con facilidad.
3. Limpiar la cadena de la bicicleta
Las cadenas de bicicleta acumulan grasa, arena y suciedad con el uso, lo que reduce su vida útil.
Para limpiarlas, atá dos cepillos de dientes con cinta adhesiva, asegurándote de que las cerdas queden enfrentadas.
Colocá la cadena entre los cepillos y girá los pedales. Esto eliminará la suciedad sin necesidad de desmontarla.
4. Quitar el polvo de la computadora y el teclado
Con el tiempo, los teclados acumulan polvo y restos de suciedad en los espacios entre las teclas.
Un cepillo de dientes viejo es la herramienta ideal para eliminar el polvo sin dañar los componentes electrónicos.
Pasalo suavemente entre las teclas y notarás la diferencia al instante.
5. Limpiar los peines y cepillos de cabello
Los peines y cepillos para el cabello acumulan residuos de productos capilares, polvo y suciedad con el uso diario.
Para limpiarlos, sumergí un cepillo de dientes viejo en una mezcla de agua y jabón, y frotá entre los dientes del peine.
Así eliminarás los restos de manera efectiva.
6. Llegar a los rincones del inodoro
Los cepillos de dientes pueden ser una solución ideal para limpiar los rincones difíciles del inodoro.
Para hacerlo más eficiente, calentá la parte trasera del mango con un encendedor hasta que se ablande y doblalo en forma de “L”.
Con este truco, llegarás a todos los espacios inaccesibles del inodoro sin esfuerzo.
7. Lavar el fondo de tazas y botellas
Las tazas y botellas con bocas estrechas pueden ser complicadas de limpiar, especialmente en el fondo.
Para solucionar este problema, calentá la parte posterior del cepillo y doblalo en un ángulo de 90 grados.
Así, convertirás el cepillo en una herramienta perfecta para fregar en profundidad.
Ahora que conocés estos trucos, ¡nunca más tirarás un cepillo de dientes viejo!
Con un poco de creatividad, podés darles una segunda vida y utilizarlos para la limpieza del hogar, el mantenimiento de objetos y la higiene personal.
Probá estas ideas y hacé tu día a día más fácil sin gastar de más.