Si te gusta el café y los postres fáciles, esta receta es para vos. Se prepara sin horno, en pocos minutos y con ingredientes simples.
Es ideal para la merienda, como postre o para vender en vasitos individuales.
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El resultado es cremoso, delicioso y con ese sabor a café que tanto amamos.
Ingredientes
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1 taza de café fuerte (puede ser instantáneo disuelto en agua caliente)
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1 sobre de gelatina sin sabor (7 g)
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395 g de leche condensada
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200 g de crema de leche (nata)
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100 ml de leche entera
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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1 cucharada de cacao amargo (opcional)
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200 g de galletitas tipo María o Lincoln (enteras)
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Cacao o café instantáneo en polvo para espolvorear (opcional)
Preparación
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Hidratá la gelatina en 4 cucharadas de agua fría. Dejála reposar 5 minutos hasta que se forme una esponja.
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Calentá apenas la leche entera (sin que hierva) y disolvé ahí la gelatina hidratada, mezclando bien hasta que no queden grumos.
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En un bowl grande, mezclá la leche condensada, la crema de leche, la esencia de vainilla, el café preparado y el cacao si usás. Integrá bien con batidor de mano.
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Sumá la mezcla de gelatina disuelta y batí todo hasta que quede una preparación homogénea y cremosa.
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Rellená vasitos descartables o frascos pequeños con esta crema hasta las 3/4 partes.
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Colocá una galletita entera encima de cada vasito, presionando levemente para que se adhiera. Si querés, espolvoreá con cacao o café en polvo por encima.
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Llevá a la heladera por al menos 3 horas o hasta que la crema tome consistencia firme y sedosa.
Consejos:
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Para un sabor más intenso, usá café instantáneo bien cargado o espresso.
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Las galletitas tipo Lincoln, Manón o María son ideales por su tamaño y sabor neutro.
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Podés usar vasos descartables con tapa si vas a venderlos o transportarlos.
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Si te gusta más dulce, agregá una cucharada extra de leche condensada o una pizca de azúcar.
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Si querés una textura más aireada, podés batir la crema a medio punto antes de integrarla.
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Se conservan bien por 4 a 5 días en la heladera, ideales para hacer con anticipación.
Un postre práctico, económico y delicioso que te va a hacer quedar como un experto pastelero.