Preparar yogur griego en casa es mucho más sencillo de lo que parece y tiene un sabor natural que supera al de cualquier versión industrial.
Además, solo necesitás tres ingredientes básicos y un poco de paciencia para lograr una textura cremosa y perfecta.
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Ingredientes
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1 litro de leche entera
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1 yogur natural sin azúcar (tipo firme o estilo casero)
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2 cucharadas de leche en polvo (opcional, pero ayuda a que quede más cremoso)
Preparación
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Colocá la leche en una olla grande y llevá a fuego medio. Revolvé de vez en cuando para evitar que se pegue o se forme nata. Calentá hasta que alcance los 85°C, pero sin que llegue a hervir.
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Una vez que alcanzó la temperatura, retirala del fuego y dejala enfriar hasta que baje a 45°C. Si no tenés termómetro, podés comprobar que la leche esté tibia pero que no queme al meter un dedo limpio.
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Agregá las dos cucharadas de leche en polvo a la leche tibia y mezclá bien con un batidor de mano o una cuchara grande para que no queden grumos.
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Incorporá el yogur natural y mezclá con movimientos suaves pero bien integrados. Esto aportará las bacterias necesarias para que la leche fermente.
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Verté la mezcla en un frasco grande o en varios frascos pequeños, siempre con tapa. Si no tenés frascos, podés usar cualquier recipiente plástico o de vidrio, pero tapalo bien.
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Dejá reposar en un lugar cálido de la casa. Podés usar el horno apagado con la luz encendida o envolver el recipiente en una manta y colocarlo cerca de una fuente de calor suave. Dejalo fermentar de 8 a 12 horas. Cuanto más tiempo pase, más firme y ácido quedará.
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Pasado el tiempo de fermentación, llevá el yogur a la heladera durante al menos 4 horas para que tome la textura final.
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Si querés hacerlo más estilo “griego”, podés colar el yogur con un lienzo o paño limpio sobre un colador grande durante 2 o 3 horas para retirar el exceso de suero.
Consejos:
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Si lo preferís más cremoso y denso, no saltees el paso de colarlo. Es lo que le da la textura clásica del yogur griego.
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Para un sabor más suave, podés reducir el tiempo de fermentación a 6-8 horas.
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Si querés una versión más rica en proteínas, aumentá la cantidad de leche en polvo.
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Para endulzar, agregá miel o azúcar recién antes de servir, nunca durante la fermentación.
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Guardalo en la heladera y consumilo dentro de los 5 días.
Hacer tu propio yogur griego casero es una excelente forma de disfrutar de un desayuno o merienda natural, saludable y económico.