El tiramisú es un clásico de la repostería italiana que enamora a cualquiera por su sabor y su presentación.
En esta versión rápida en vasitos, se transforma en un postre individual, práctico y elegante, ideal para sorprender en cumpleaños, reuniones o simplemente para disfrutar en casa.
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Con pocos ingredientes y pasos sencillos, vas a obtener un resultado irresistible.
Ingredientes
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25 g de vainillas
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250 g de queso mascarpone
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100 g de azúcar
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250 ml de crema de leche
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1 taza de café fuerte
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Cacao en polvo c/n
Preparación
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Comenzá preparando una taza de café bien cargado y agregale una cucharadita de cacao en polvo. Revolvé bien y dejá que repose mientras seguís con la receta.
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En un bol, batí la crema de leche bien fría junto con el azúcar hasta que logres un punto firme. Es importante que la crema esté helada para que monte correctamente y mantenga la consistencia.
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Por otro lado, ablandá el queso mascarpone con un tenedor. No hace falta batirlo demasiado, solo lo necesario para que pierda rigidez. Una vez listo, incorporalo poco a poco a la crema batida, mezclando suavemente con movimientos envolventes hasta obtener una preparación homogénea.
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Tomá las vainillas y mojálas apenas en el café con cacao. No deben empaparse demasiado para que no se deshagan, lo ideal es darles un toque rápido. Partí cada vainilla en trocitos y colocá una primera capa en el fondo de cada vasito.
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Sumá encima una capa de la crema de mascarpone, distribuyendo bien con una cuchara. Seguí con otra capa de vainillas mojadas y repetí este proceso hasta completar el vasito. Siempre es mejor terminar con la crema para darle un aspecto más prolijo.
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Espolvoreá cacao en polvo por encima con la ayuda de un colador fino. Esto le da el toque característico y un aroma intenso que contrasta con lo dulce de la crema.
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Llevá los vasitos a la heladera por lo menos 3 horas antes de servirlos. El frío es fundamental para que el postre adquiera firmeza y los sabores se integren a la perfección.
Tips y consejos:
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La clave del éxito está en la crema batida: usá crema de leche bien fría y no la batas de más para evitar que se corte.
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Podés darle un toque más adulto agregando unas gotas de licor al café, como amaretto, ron o licor de café. Si van a comer chicos, simplemente omitilo.
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Si no conseguís mascarpone, podés reemplazarlo por queso crema común, aunque el sabor clásico se logra con el original.
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Para mejorar la textura, evitá mojar demasiado las vainillas. Lo justo es apenas un toque para que absorban el café sin desarmarse.
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Lo ideal es prepararlos con varias horas de anticipación, incluso de un día para el otro, ya que el reposo potencia el sabor y la firmeza del postre.
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Una variante deliciosa es agregar frutas rojas frescas o un toque de chocolate rallado entre las capas. También podés decorar con nueces caramelizadas o almendras tostadas para un contraste crocante.
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Servirlos en vasitos de vidrio transparente realza la presentación, ya que se pueden apreciar las capas de crema y vainillas.
Con estos vasitos de tiramisú rápidos vas a tener un postre fácil, rendidor y elegante, listo para conquistar a grandes y chicos.
Una receta práctica que demuestra que no hace falta complicarse para lograr un resultado espectacular en la mesa.