Esta torta es ideal para celebraciones, reuniones familiares o cumpleaños.
Su textura esponjosa, el sabor suave del durazno y la frescura de la crema chantilly la convierten en una de las favoritas para grandes cantidades.
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Es fácil de preparar, rinde bien y se puede decorar de forma elegante.
Ingredientes
Para el bizcochuelo:
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6 huevos grandes
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200 g de azúcar
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1 cucharada de esencia de vainilla
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200 g de harina común (sin preparar)
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1 cucharadita de polvo de hornear
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1 pizca de sal
Para la crema chantilly:
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500 ml de crema para batir (mínimo 35% de grasa, bien fría)
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80 g de azúcar impalpable
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1 cucharadita de esencia de vainilla
Para el relleno y decoración:
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1 lata grande de duraznos en almíbar
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Almíbar de la lata (para humedecer el bizcochuelo)
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Mermelada de durazno (opcional, para intensificar el sabor)
Preparación
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Precalentá el horno a 180 °C. Enmantecá y enhariná un molde redondo grande (de 26 a 30 cm de diámetro).
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Batí los huevos junto con el azúcar y la esencia de vainilla durante 8 a 10 minutos, hasta que estén bien espumosos y hayan triplicado su volumen.
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Tamizá la harina junto con el polvo de hornear y la sal. Incorporá en partes a la mezcla anterior con movimientos envolventes, cuidando de no bajar el aire incorporado.
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Volcá la mezcla en el molde y horneá durante 35 a 40 minutos o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
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Dejá enfriar completamente y cortá el bizcochuelo en 3 capas.
Preparación de la crema
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Batí la crema bien fría hasta que comience a tomar cuerpo.
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Agregá el azúcar impalpable y la esencia de vainilla de a poco.
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Continuá batiendo hasta lograr un punto firme, pero cuidando de no batir de más para que no se corte.
Armado de la torta
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Colocá una capa de bizcochuelo sobre la base. Humedecela con almíbar.
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Untá con crema chantilly y repartí duraznos picados o una capa fina de mermelada.
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Repetí el procedimiento con las otras capas y cubrí toda la torta con la crema restante, alisando bien los bordes.
Decoración en flor
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Cortá los duraznos en láminas finas y formá una flor sobre la superficie, desde el centro hacia afuera, solapando los bordes como pétalos.
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Usá una manga pastelera con boquilla rizada (1M) para decorar los bordes con copos de chantilly, como se observa en la imagen.
Una torta delicada, rendidora y perfecta para cualquier ocasión especial.
Servila bien fría y será un éxito asegurado.