Si estás buscando una torta simple, rica y rápida de preparar, esta receta es ideal.
La torta 10 cucharadas es perfecta para quienes recién comienzan en la cocina o para los que quieren algo casero sin complicarse con medidas exactas ni utensilios sofisticados.
Te recomendamos: Cómo hacer deliciosos e irresistibles cannoli para el mate con ingredientes sencillos
Ingredientes
-
2 huevos
-
10 cucharadas de aceite neutro (girasol o maíz)
-
10 cucharadas de azúcar
-
10 cucharadas de harina leudante
-
10 cucharadas de leche o agua
-
Esencia de vainilla a gusto
-
Chips de chocolate amargo (opcional)
Preparación
-
En un bol grande, batí los huevos con el aceite hasta que estén bien mezclados.
-
Agregá las 10 cucharadas de leche o agua, según prefieras una versión más ligera o más cremosa.
-
Incorporá el azúcar y batí hasta disolverla.
-
Sumá la harina leudante, mezclando hasta que la masa quede suave y sin grumos.
-
Añadí unas gotas de esencia de vainilla y los chips de chocolate si decidís usarlos. También podés sumar frutos secos, coco, ralladura de naranja o limón.
-
Verté la preparación en un molde enmantecado y enharinado.
-
Llevá al horno precalentado a 180 °C y cociná durante 30 a 35 minutos, o hasta que al insertar un palillo salga limpio.
-
Dejála enfriar antes de desmoldar. Si querés, espolvoreá con azúcar impalpable para decorar.
Consejos:
-
Harina leudante: si no tenés, usá harina común con 1 cucharadita de polvo de hornear cada 100 gramos. Es una alternativa válida y queda muy bien.
-
Textura más húmeda: podés reemplazar 2 cucharadas de leche por yogur natural o una cucharada de crema para que quede más suave y esponjosa.
-
Sabores extra: esta torta acepta muchas variaciones. Si tenés en casa canela, ralladura de limón o esencia de almendra, podés darle un toque distinto sin necesidad de agregar más ingredientes.
-
Rellenos o toppings: también podés cortar la torta a la mitad una vez fría y rellenarla con dulce de leche, mermelada o crema. Para un toque crocante, espolvoreá almendras o nueces picadas por arriba antes de hornear.
-
Presentación: si querés hacerla más vistosa para una merienda especial, podés decorarla con glasé de limón (mezclando jugo de limón con azúcar impalpable) o simplemente con un poco de chocolate derretido por arriba.
-
Conservación: esta torta se mantiene bien durante 2 o 3 días en un recipiente cerrado a temperatura ambiente. Si la refrigerás, puede durar incluso más, aunque conviene calentarla apenas antes de servir para que recupere su textura esponjosa.
-
Ideal para freezar: podés cortar en porciones y guardar en el freezer envuelta en film. Así tenés siempre una merienda lista para cualquier momento.
Una receta fácil, económica y versátil que se aprende de memoria y resuelve más de una tarde.
Perfecta para acompañar el mate, el café o simplemente para disfrutar algo dulce sin complicaciones.