Este tiramisú de frutillas es una alternativa más fresca y ligera al tradicional con café.
Suaves capas de vainillas humedecidas con jugo de frutilla, crema aireada y frutas frescas lo convierten en un postre irresistible, ideal para los días cálidos o para quienes prefieren sabores más frutales.
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Se prepara rápido, no necesita horno y queda con una textura cremosa y equilibrada.
Ingredientes
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400 g de frutillas frescas
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200 g de vainillas (las alargadas clásicas de postre)
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300 g de queso mascarpone o queso crema
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200 ml de crema de leche
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3 cucharadas de azúcar
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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Jugo de ½ limón
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2 cucharadas de azúcar impalpable
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Frutillas extras para decorar
Preparación
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Preparar las frutillas: Lavá las frutillas, retirales los cabitos y cortalas en trozos. Colocalas en un bowl con el azúcar y el jugo de limón. Mezclá y dejá reposar 15 minutos hasta que larguen su jugo natural.
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Preparar la crema: En otro bowl, batí el queso mascarpone (o queso crema) con la esencia de vainilla y el azúcar impalpable. Aparte, batí la crema de leche a punto medio (no muy firme) y luego incorporala al mascarpone con movimientos envolventes para obtener una crema suave y aireada.
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Armar el postre: En una fuente o molde rectangular, colocá una capa de vainillas. Humedecelas con el jugo de las frutillas (podés colarlo si querés una textura más pareja). Cubrí con una capa de crema y luego agregá trozos de frutilla.
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Repetir las capas: Continuá alternando capas de vainillas, crema y frutillas hasta llegar al borde del molde. Terminá con una capa de crema bien lisa en la superficie.
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Refrigerar: Llevá el tiramisú a la heladera durante al menos 4 horas, o mejor toda la noche, para que tome cuerpo y se mezclen los sabores.
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Decorar y servir: Antes de servir, decorá con frutillas frescas cortadas y, si querés, espolvoreá un poco de azúcar impalpable por encima.
Consejos:
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Podés reemplazar parte del jugo de frutilla por un toque de licor de cerezas o frutilla si querés una versión para adultos.
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Si usás queso crema en lugar de mascarpone, asegurate de batirlo bien para que quede suave.
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También podés hacerlo en vasos individuales para una presentación más delicada.
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Si querés que quede más liviano, reemplazá parte de la crema por yogur natural.
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Conservá en heladera hasta por 3 días, siempre tapado para mantener la frescura.
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Para un toque final especial, agregá unas hojas de menta o un hilo de coulis de frutilla por encima.
Este tiramisú de frutillas es un postre elegante, fresco y fácil de hacer, con el equilibrio justo entre dulzura, cremosidad y sabor frutal.
Ideal para disfrutar en familia o sorprender a tus invitados con una versión veraniega del clásico italiano.