Esta tarta saludable es una opción deliciosa y nutritiva para quienes buscan cuidarse sin dejar de disfrutar de algo dulce.
Gracias a la combinación de avena, banana y cacao, aporta energía, fibra y antioxidantes, todo con un sabor increíble.
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Es perfecta para la merienda, el desayuno o como snack después de entrenar.
Además, no lleva harina ni azúcar refinada, lo que la convierte en una alternativa más liviana y saciante.
Ingredientes
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120 g de copos de avena
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250 ml de leche caliente (puede ser vegetal)
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2 bananas maduras
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2 huevos grandes
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45 g de cacao amargo en polvo (aprox. 4 cucharadas)
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1 cucharada de polvo de hornear
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40 g de nueces picadas
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75 g de chocolate negro (mínimo 70% cacao)
Preparación
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Remojar la avena: En un bol, colocar la avena y verter la leche caliente. Dejar reposar durante 10 minutos para que los copos se ablanden.
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Hacer el puré de banana: Pisá bien las bananas con un tenedor hasta obtener una crema suave, sin grumos.
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Batir los huevos: En otro bol, batí los huevos e incorporá el puré de banana, integrando bien.
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Unir las mezclas: A la avena ya remojada, agregá el cacao y el polvo de hornear. Mezclá hasta que todo esté integrado y añadí las nueces picadas.
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Armar la tarta: Uní las mezclas húmedas y secas hasta formar una masa uniforme. Volcá en un molde (mejor si está forrado con papel manteca) y llevá a horno precalentado a 180°C durante unos 40 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
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Cubrir con chocolate: Derretí el chocolate negro a baño María o en microondas y volcá por encima de la tarta una vez que esté fría. Decorá con rodajas de banana, avena y más nueces si querés un toque extra.
Consejos
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Guardá la tarta en la heladera: al estar fría, se vuelve más firme y aún más sabrosa.
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Si querés una versión vegana, podés reemplazar los huevos por “huevo de lino” y usar leche vegetal.
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Para un extra de textura, sumale chips de chocolate o semillas a la masa antes de hornear.
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Podés usar moldes individuales tipo muffin para porciones prácticas de llevar.
Este postre es ideal si estás buscando una opción saludable y tentadora para darte un gusto sin culpas.
Con su textura húmeda, el dulzor natural de la banana y el intenso sabor a cacao, se transforma en una receta fácil de incorporar a tu día a día. ¡Probala y vas a querer repetir!