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Postres, pastelería y cosas dulces

Tarta de duraznos con crema pastelera, suave y dorada

Un postre que combina suavidad, frescura y un toque de dulzura irresistible.

La base crocante sostiene una crema suave y aromática, cubierta con duraznos jugosos que se doran al horno y se realzan con un brillo final.

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Ideal para acompañar un café o coronar una comida especial.

Ingredientes

  • 1 disco de masa hojaldrada lista para usar (aprox. 100 g)

  • 8 mitades de duraznos en almíbar bien escurridos o duraznos frescos

  • 245 ml de leche entera

  • 75 g de azúcar

  • 1 chaucha de vainilla o 1 cucharadita de esencia de vainilla

  • 2 yemas + 1 yema extra para dorar

  • 22 g de fécula de maíz

  • 2 cucharadas de mermelada de durazno

  • 1 cucharada de azúcar impalpable

Preparación

  1. Hacer la crema pastelera
    Colocar 225 ml de leche en una cacerola junto con 40 g de azúcar y la chaucha de vainilla abierta (o esencia). Calentar hasta que rompa hervor. En un bol, batir las 2 yemas con los 35 g de azúcar restantes hasta que aclaren. Agregar la fécula de maíz y los 20 ml de leche que quedaron, mezclando bien. Volcar la leche caliente sobre esta mezcla en forma de hilo, batiendo sin parar. Pasar todo nuevamente a la cacerola y cocinar a fuego medio, batiendo hasta que espese (2-3 minutos). Llevar a un bol, cubrir con film en contacto y enfriar en heladera 2 horas.

  2. Preparar la base
    Precalentar el horno a 200 °C. Colocar la masa en un molde para tarta de 24 a 26 cm, pinchando el fondo con un tenedor para evitar que se infle.

  3. Armar la tarta
    Batir la crema pastelera fría para alisarla y distribuirla sobre la base. Colocar las mitades de durazno con la parte curva hacia arriba, distribuyéndolas de forma pareja.

  4. Dorar y hornear
    Batir la yema extra con una cucharadita de agua y pincelar los bordes de la masa. Llevar al horno y cocinar entre 25 y 30 minutos, hasta que la masa esté bien dorada. Si dora muy rápido, cubrir con papel aluminio.

  5. Dar brillo
    Calentar la mermelada con una cucharadita de agua y pincelar sobre los duraznos y la masa. Espolvorear con azúcar impalpable al gusto.

  6. Servir
    Presentar tibia o a temperatura ambiente. También queda perfecta acompañada de helado de vainilla, crema batida o un toque de frutas frescas.

Consejos:

  • Si usás duraznos frescos, elegí los que estén firmes para que mantengan su forma durante la cocción.

  • Podés saborizar la crema pastelera con un toque de licor de durazno o de naranja para un aroma extra.

  • Para un acabado más crocante, espolvoreá almendras fileteadas antes de hornear.

  • Si querés que la masa quede aún más crujiente, precocinala 5 minutos antes de colocar el relleno.

  • La mermelada de durazno se puede reemplazar por damasco o naranja, según tu gusto.

  • Guardá las sobras en la heladera y consumilas dentro de los 2 a 3 días.

  • Si buscás una versión más liviana, podés hacer la crema pastelera con leche descremada y menos azúcar.

  • El brillo final no solo aporta presentación, también ayuda a que la fruta se mantenga fresca por más tiempo.

Con esta tarta, vas a lograr un equilibrio perfecto entre lo crujiente, lo cremoso y lo afrutado, ideal para cualquier momento especial.

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