Hay recetas que sorprenden por lo simples y rápidas que son, y esta es una de ellas.
Con ingredientes básicos que siempre tenemos en casa, en pocos minutos se consigue un postre esponjoso, dorado y lleno de sabor.
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Ideal para acompañar un mate, un café o simplemente para darse un gusto dulce en cualquier momento del día.
Ingredientes
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1 huevo
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200 g de yogur natural o de vainilla
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4 cucharadas de azúcar
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1 taza de harina 0000
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1 cucharadita de polvo de hornear
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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50 g de chips de chocolate (opcional)
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Aceite o manteca para cocinar
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Azúcar común para espolvorear
Preparación
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En un bol, batir el huevo junto con el azúcar hasta que la mezcla quede espumosa.
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Agregar el yogur y la esencia de vainilla, integrando bien los ingredientes.
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Tamizar la harina con el polvo de hornear y añadir de a poco a la preparación.
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Mezclar suavemente hasta formar una masa espesa y sin grumos.
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Incorporar los chips de chocolate para darle un toque más tentador.
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Calentar una sartén antiadherente con un poquito de aceite o manteca.
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Con una cuchara grande, verter porciones de masa formando círculos pequeños.
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Cocinar a fuego bajo hasta que aparezcan burbujas en la superficie, luego dar vuelta y dorar del otro lado.
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Retirar y colocar en un plato. Espolvorear con azúcar común para darles un acabado más atractivo.
Consejos:
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Si no tenés chips de chocolate, podés usar pasas de uva, nueces picadas o trocitos de fruta.
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Para un sabor más fresco, agregá ralladura de limón o naranja a la mezcla.
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Se pueden servir con miel, dulce de leche o mermelada, según el gusto de cada uno.
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Cocinalos a fuego bajo para que queden bien dorados por fuera y tiernos por dentro.
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Si te sobra masa, podés guardarla en la heladera hasta un día y cocinarla al momento.
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Para un postre más esponjoso, reemplazá el yogur por yogur griego o más espeso.
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Si buscás una versión más liviana, usá azúcar mascabo o endulzante en lugar de azúcar común.
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También podés acompañarlos con frutas frescas cortadas y un toque de crema batida.
Un postre rápido, económico y delicioso que demuestra que con pocos ingredientes se puede lograr algo espectacular.
Una receta que vale la pena repetir una y otra vez.