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Postres, pastelería y cosas dulces

Si la guardas podrás hacerla siempre que quieras

La leche frita es uno de esos postres clásicos que sorprende por su textura suave por dentro y su capa dorada por fuera.

Aunque su preparación tiene sus secretos, con esta receta vas a lograr una crema espesa y perfecta para cortar, rebozar y freír hasta obtener un dulce irresistible, ideal para servir como final de una comida o acompañar con un café.

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Ingredientes

  • ½ litro de leche

  • 6 huevos

  • 60 g de maicena

  • 60 g de harina común

  • 120 g de azúcar

  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

  • 1 cucharadita de canela en polvo

  • 1 nuez de manteca

  • 100 g de azúcar impalpable (glasé)

  • Aceite para freír (cantidad necesaria)

Preparación

  1. En una ollita, poné la leche a calentar hasta que rompa hervor. Mientras tanto, en otro bowl, batí 4 huevos (reservá los otros 2 para el rebozado).

  2. Agregá al batido el azúcar y la esencia de vainilla. Integrá bien y luego sumá la maicena y la harina tamizadas, mezclando hasta que no queden grumos.

  3. Con la leche ya caliente, vertela de a poco sobre la mezcla anterior, batiendo constantemente para evitar que se corte o se formen grumos.

  4. Llevá todo nuevamente al fuego, cocinando a temperatura baja y sin dejar de revolver hasta que espese bien. Debe quedar como una crema muy densa.

  5. Si no alcanza el punto deseado, disolvé una cucharadita extra de maicena en un poco de leche fría y sumala de a poco hasta que tome la consistencia firme.

  6. Pasá la crema por un colador para asegurarte de que quede lisa y sin grumos. Untá una fuente baja con manteca y volcá la mezcla. Emparejá la superficie y dejá enfriar hasta que esté firme (podés llevarla a la heladera por unas horas).

  7. Una vez fría y compacta, cortá en porciones rectangulares o cuadradas del mismo tamaño.

  8. Pasá cada pieza primero por harina y después por los 2 huevos batidos que reservaste. Asegurate de rebozar bien ambos lados.

  9. Freí en aceite caliente hasta que estén doradas por fuera, retiralas y dejalas escurrir sobre papel absorbente.

  10. Espolvoreá con azúcar impalpable y canela justo antes de servir.

Consejos:

  • Para una textura perfecta, no dejes de batir mientras cocinás la crema.

  • Si querés una versión más aromática, podés infusionar la leche con una cáscara de limón o de naranja antes de usarla.

  • El aceite debe estar caliente pero no humeante, así evitás que se quemen por fuera sin calentarse bien por dentro.

  • Las porciones se pueden freezar antes de rebozar, para prepararlas con anticipación.

Esta receta clásica es una forma original y deliciosa de transformar ingredientes simples en un postre único.

Crocante, cremoso y con un sabor que conquista desde el primer bocado.

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