Los scons son un clásico infaltable para acompañar el mate, el té o un cafecito de media tarde.
Esta versión con ralladura y jugo de naranja les da un aroma fresco y un sabor suave que los hace irresistibles.
Te recomendamos: Cómo hacer Pan de cuchara ¡No necesita amasar y rinde bastante!
No necesitás batidora ni pasos complicados: es una receta simple, rápida y con ingredientes básicos que seguro ya tenés en casa.
Ingredientes
-
60 g de manteca fría
-
60 g de azúcar
-
250 g de harina leudante
-
2 cucharaditas de polvo de hornear
-
1 huevo
-
Ralladura de 1 naranja
-
50 ml de jugo de naranja exprimido
Preparación
-
Precalentá el horno a 200 °C. Enmantecá una fuente para horno o cubrila con papel manteca.
-
En un bol grande, colocá la manteca fría en cubitos y el azúcar. Pisá con un tenedor hasta formar una mezcla con textura arenosa, tipo migas.
-
Agregá la harina leudante tamizada y el polvo de hornear. Mezclá sin amasar, solo integrando todo con el tenedor o una cuchara de madera.
-
En otro recipiente, batí ligeramente el huevo junto con la ralladura y el jugo de naranja. Incorporá esta mezcla líquida al bol con los ingredientes secos. Uní todo sin amasar, solo hasta que se forme una masa homogénea.
-
Enhariná la mesada y estirá la masa con palo de amasar hasta que tenga unos 2 cm de espesor. Doblá la masa por la mitad y volvé a estirar a 2 cm. Esto le va a dar mejor altura y textura.
-
Cortá los scons con un cortante redondo o el borde de un vaso. Colocalos separados en la fuente enmantecada.
-
Llevá al horno por 15 a 20 minutos, hasta que estén apenas dorados en la base y suaves al tacto. No deben quedar secos.
Consejos:
-
Usá la manteca bien fría para lograr una masa más hojaldrada y aireada.
-
No trabajes demasiado la masa. Cuanto menos la tocás, más tiernos salen los scons.
-
Si querés darles brillo, podés pincelarlos con un poco de huevo batido antes de hornear.
-
Para una versión más golosa, se les puede agregar chips de chocolate blanco o glasearlos con azúcar impalpable y jugo de naranja.
Estos scons de naranja son perfectos para disfrutar recién hechos, tibios, con un poco de manteca o mermelada.
Una receta fácil que siempre queda bien y llena la cocina de aroma casero.