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Rosquitas blanqueadas caseras: receta tradicional y esponjosa

Las rosquitas blanqueadas son una delicia de panadería que combina una masa suave y aireada con un baño dulce y blanco que las hace inconfundibles.

Su textura particular, su sabor delicado y su presentación vistosa las convirtieron en un clásico infaltable en panaderías del interior del país.

Acá te compartimos una receta casera para que las puedas preparar desde cero, con ingredientes simples y un resultado que sorprende.

Ingredientes para la masa

  • 4 huevos enteros

  • 1 cucharadita de sal

  • 2 cucharaditas de alcohol (puede ser etílico o de uso alimentario)

  • 2 cucharadas de margarina derretida

  • Harina común (cantidad necesaria para formar una masa firme y suave)

Ingredientes para el blanqueo (baño blanco)

  • 2 claras de huevo

  • 1 taza de azúcar

  • 1 taza de agua

Cómo hacer rosquitas blanqueadas caseras

Paso 1: Preparar la masa

  1. En un bol grande, batí ligeramente los 4 huevos con la cucharadita de sal.

  2. Agregá las dos cucharadas de margarina derretida y el alcohol. Mezclá bien hasta integrar.

  3. Comenzá a incorporar de a poco la harina, mezclando con una cuchara de madera o con las manos hasta obtener una masa suave, homogénea y fácil de manejar. Debe quedar firme pero no dura.

  4. Amasá durante unos 5 a 10 minutos hasta lograr una textura elástica.

  5. Dejá reposar la masa tapada con un paño durante 30 minutos.

Paso 2: Formar las rosquitas

  1. Tomá porciones de masa y formá rollitos de unos 15 cm de largo.

  2. Uní los extremos formando un aro y presioná ligeramente para que no se separen al hornear.

  3. Colocá las rosquitas en una placa enharinada o con papel manteca, dejando espacio entre cada una.

  4. Dejá leudar entre 1 a 2 horas en un lugar cálido, hasta que dupliquen su tamaño.

Paso 3: Hornear

  1. Precalentá el horno a 180°C.

  2. Llevá las rosquitas al horno y cociná durante 15 a 20 minutos o hasta que estén apenas doradas en la base pero claras en la superficie. No deben tostarse.

Paso 4: Blanquear las rosquitas

  1. Mientras se enfrían las rosquitas, prepará el baño: en una olla pequeña colocá las claras de huevo, el azúcar y el agua.

  2. Llevá a fuego bajo, batiendo constantemente con batidor de mano o eléctrico hasta que la mezcla tome cuerpo, espese y se vuelva blanca (como un merengue cocido suave). Esto tarda entre 5 y 8 minutos.

  3. Una vez tibias las rosquitas, sumergilas una a una en el baño blanco, cubriendo toda la parte superior.

  4. Dejálas secar sobre una rejilla o bandeja hasta que el baño se endurezca.

Consejos útiles

✔ El alcohol ayuda a que la masa sea más esponjosa y se conserve mejor, no deja sabor.

✔ Podés reemplazar la margarina por manteca, aunque la receta tradicional suele llevar margarina.

✔ No dejes que se doren demasiado en el horno. Su color característico es claro.

✔ El baño blanco debe estar caliente al momento de usarlo, pero no hirviendo.

Estas rosquitas blanqueadas son ideales para acompañar con mate o café. Una receta sencilla, rendidora y con sabor a panadería tradicional.

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