Las gomitas caseras son un clásico que nunca falla, perfectas para disfrutar como snack dulce o para regalar en una ocasión especial.
Con pocos ingredientes y un procedimiento sencillo podés lograr unas golosinas coloridas, suaves y deliciosas.
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Lo mejor es que podés darles el sabor y la forma que quieras.
Ingredientes
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200 ml de jugo de frutas (puede ser de naranja, frutilla, limón o el que prefieras)
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200 g de azúcar
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30 g de gelatina sin sabor
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1 sobre de gelatina de sabor (frutilla, cereza, uva, etc.)
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Azúcar extra para rebozar
Preparación
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En una cacerola colocar el jugo junto con el azúcar y llevar a fuego bajo, revolviendo hasta que el azúcar se disuelva por completo.
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Agregar la gelatina con sabor y la gelatina sin sabor previamente hidratada en unas cucharadas de agua.
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Mezclar bien con un batidor de mano hasta que todo quede integrado y sin grumos.
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Cocinar a fuego lento durante 5 minutos, sin que llegue a hervir, para que la gelatina se active correctamente.
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Verter la preparación en un molde rectangular o cuadrado previamente enmantecado o forrado con film.
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Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego llevar a la heladera por al menos 4 horas, hasta que esté firme.
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Una vez listas, desmoldar y cortar en cubos o usar cortantes pequeños con distintas formas.
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Rebozar las gomitas en azúcar para darles el toque final y guardarlas en un frasco hermético.
Consejos:
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Si querés un sabor más intenso, usá jugo concentrado o natural en lugar de jugos en polvo, ya que potencia el gusto y aporta frescura.
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Podés hacer varias tandas con diferentes sabores y colores para lograr una presentación más vistosa y variada.
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Para una versión más saludable, reducí la cantidad de azúcar o reemplazala por endulzantes alternativos como stevia o miel, aunque la textura puede cambiar un poco.
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Es importante no dejar que la mezcla hierva, porque eso puede arruinar la consistencia final de las gomitas.
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Si te gustan más firmes, aumentá un poco la cantidad de gelatina sin sabor. Si preferís que sean más blanditas, reducí la cantidad.
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Podés usar moldes de silicona con formas divertidas para hacer gomitas con diseños infantiles o temáticos.
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Guardalas en un frasco de vidrio bien cerrado y en un lugar fresco. No es recomendable dejarlas destapadas porque se endurecen rápido.
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Si las preparás para regalar, podés colocarlas en bolsitas transparentes con un moño, quedando perfectas como detalle casero y económico.
Una receta fácil y entretenida que te permite disfrutar de gomitas caseras hechas a tu gusto.
Animate a probarla y seguro se convertirán en un favorito de la familia.