Este pan de frutas secas es una receta clásica que remite a otras épocas, con ese sabor dulce, suave y ligeramente especiado que combina perfecto con un café o un té caliente.
La textura es esponjosa, tiene buen cuerpo y, lo mejor de todo, está repleto de frutas hidratadas que le dan un toque jugoso en cada bocado.
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Ingredientes
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½ taza de arándanos rojos
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¼ taza de pasas negras
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¼ taza de pasas rubias
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2 huevos
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4 cucharadas de azúcar (unos 50 g)
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250 ml de leche tibia
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3 cucharadas de manteca (unos 40 g)
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1 cucharada de levadura seca (9 g)
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550 g de harina 000
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1 cucharadita de sal (4 g)
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1 yema + 1 cucharada de leche (para pincelar antes del horno)
Preparación
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Colocá las frutas secas (arándanos y pasas) en un bol con agua fría y dejalas hidratar durante 20 minutos. Después, escurrilas bien y reservá.
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En otro bol grande, batí los huevos con el azúcar hasta que la mezcla quede espumosa. Sumá la leche tibia y la manteca derretida, y mezclá todo con batidor de mano.
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Agregá la levadura seca y dejá reposar 5 a 10 minutos para que se active. Vas a notar que empieza a formar espuma en la superficie.
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Empezá a incorporar la harina y la sal de a poco, mezclando con una cuchara o con batidora de gancho si tenés. Amasá hasta que la masa se una y quede elástica. Si está muy pegajosa, podés sumar hasta 80 g más de harina, de a poco.
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Pasá la masa a un bol apenas aceitado, cubrila con un repasador limpio y dejala levar en un lugar templado por una hora, o hasta que duplique su tamaño.
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Una vez levada, dividila en cuatro partes iguales y formá bollitos. Dejalos descansar tapados por 15 minutos. Luego colocá las porciones en un molde grande (puede ser rectangular o redondo) y dejalas levar nuevamente por 40 minutos.
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Mezclá la yema con la cucharada de leche y pincelá la parte superior de los bollitos. Llevá al horno precalentado a 180 °C durante 35 a 40 minutos, hasta que esté bien dorado por arriba.
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Una vez cocido, sacalo del horno y dejalo enfriar sobre una rejilla o una tabla antes de cortar.
Consejos útiles
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Si tenés tiempo, podés hacer un levado largo en heladera durante la noche para que los sabores se desarrollen más.
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Podés reemplazar 100 g de harina blanca por integral para darle un toque más rústico.
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Si te gusta con un poco de crocante, agregale nueces picadas o almendras fileteadas a la masa.
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Un toque de ralladura de naranja o una pizca de canela también queda muy bien para darle aroma.
Este pan de frutas secas es ideal para acompañar la merienda, para regalar o simplemente para disfrutar en casa.
Tiene ese sabor de panadería artesanal que nunca falla y una miga húmeda que lo hace único.
Anímate a prepararlo y vas a ver que vale la pena cada minuto. ¿Querés que te haga también una imagen de esta receta?