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Postres, pastelería y cosas dulces

Cómo hacer postrecito de dulce de leche sin gluten, fácil y cremoso

Este postrecito es una opción práctica, económica y muy suave para resolver un antojo dulce en minutos.

Su textura cremosa lo hace ideal para servir en vasos individuales y dejar listo con anticipación.

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Se prepara con pocos ingredientes y queda perfecto para disfrutar bien frío.

Ingredientes

  • 1 litro de leche

  • 5 cucharadas de maicena

  • 3 cucharadas de azúcar

  • 6 cucharadas de dulce de leche

  • Crema chantilly para decorar

  • Dulce de leche para hilos finales

Preparación

  1. Colocá la leche fría o a temperatura ambiente en una cacerola mediana y agregá la maicena. Mezclá con batidor de mano hasta que no queden grumos.

  2. Sumá el azúcar y el dulce de leche. Encendé el fuego a temperatura media y cociná revolviendo de manera constante para evitar que se pegue.

  3. Continuá mezclando hasta que hierva y espese. Cuando tenga una consistencia cremosa y uniforme, retiralo del fuego.

  4. Distribuí el postre caliente en compoteras o vasos. Dejá que se temple antes de llevarlo a la heladera.

  5. Refrigerá al menos 2 horas para que tome cuerpo.

  6. Decorá con un copete de crema chantilly y hilos de dulce de leche justo antes de servir.

Consejos:

  • Si buscás un postre más firme, agregá una cucharada extra de maicena; si lo preferís más suave, restale un poco.

  • Usá dulce de leche repostero para lograr un sabor más intenso sin modificar la textura final.

  • Mezclá continuamente mientras espesa: esto evita que el fondo se queme o que aparezcan grumos difíciles de corregir.

  • Una vez frío, podés batir levemente la superficie con cuchara para romper la “piel” que se forma de manera natural.

  • La chantilly debe estar bien fría para que conserve el copete y no pierda forma al contacto con el postre.

  • Si querés una presentación más vistosa, llená el vaso solo hasta tres cuartos, dejá enfriar y completá con otra capa fina de dulce de leche antes de decorar.

  • Probalo con una pizca mínima de sal en la mezcla: realza notablemente el sabor sin dejar gusto salado.

  • Podés preparar el postre con anticipación el día anterior; reposado queda aún más cremoso.

  • Si la mezcla te quedó muy espesa, agregá un chorrito de leche caliente para aflojarla antes de repartir en vasos.

  • También podés servirlo en copas grandes o frascos individuales para variar la presentación según la ocasión.

Este postrecito combina practicidad y suavidad en cada cucharada, ideal para tener siempre a mano una opción dulce y sin gluten que se disfruta bien fría.

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