El maracuyá es una fruta tropical con un aroma inconfundible y un sabor intenso que combina perfecto en postres frescos.
Esta receta es ideal para quienes buscan algo fácil, rápido y elegante, usando la licuadora como aliada principal.
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Ingredientes
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1 lata (395 g) de leche condensada
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2 latas (400 ml cada una) de crema de leche o nata líquida
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2 sobres (14 g) de gelatina sin sabor
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200 ml de pulpa de maracuyá natural (sin semillas, para la mezcla)
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3 maracuyás frescos (con semillas, para la cobertura)
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5 cucharadas de azúcar (para la cobertura, opcional)
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5 cucharadas de agua fría (para hidratar la gelatina)
Preparación
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Hidratar la gelatina: En un recipiente pequeño colocar la gelatina sin sabor junto con el agua fría. Dejar reposar 5 minutos hasta que se hinche. Luego disolver a baño María o en el microondas por 15 segundos, hasta que quede líquida.
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Mezcla en licuadora: En la licuadora colocar la leche condensada, la crema de leche, la pulpa de maracuyá y la gelatina ya disuelta. Licuar durante 3 minutos hasta obtener una preparación cremosa y homogénea.
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Molde: Engrasar apenas un molde redondo de 20 cm con unas gotas de aceite neutro, para facilitar el desmolde.
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Refrigerar: Volcar la mezcla en el molde y llevar a la heladera por un mínimo de 4 horas. Lo ideal es dejarlo de un día para el otro para que adquiera mejor consistencia.
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Cobertura: Cortar los maracuyás frescos, retirar la pulpa con semillas y llevar a una ollita junto con el azúcar (opcional, según el punto de acidez). Cocinar a fuego medio 3 a 5 minutos, revolviendo, hasta formar una salsa ligera. Dejar enfriar a temperatura ambiente.
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Montaje: Desmoldar el postre con cuidado sobre un plato grande. Cubrir con la salsa de maracuyá y dejar que caiga por los bordes.
Consejos:
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Si buscás una textura más liviana, podés batir previamente la crema de leche y luego integrarla a la mezcla con movimientos envolventes en lugar de licuarla directamente.
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Para una presentación diferente, podés armar el postre en vasitos individuales, lo que además facilita servir porciones.
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El postre se conserva perfectamente en heladera hasta 5 días si está bien tapado con film.
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Si la fruta está muy ácida, agregá un poco más de azúcar en la cobertura o mezclala con una cucharadita de miel.
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Para intensificar el sabor, sumale unas gotitas de esencia de vainilla a la mezcla de la licuadora.
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Si querés un desmolde perfecto, podés sumergir la base del molde en agua tibia durante 5 segundos antes de dar vuelta el postre.
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Otra opción es servirlo acompañado de crema batida o de helado de crema americana, lo que le da un contraste delicioso.
Este postre de maracuyá en licuadora es fresco, liviano y muy fácil de preparar, perfecto para cerrar una comida con un toque tropical y distinto.