Este postre es la definición de rapidez y practicidad.
Se prepara en minutos, no requiere horno ni cocción, y al final solo hay que dejarlo en el freezer para que tome la consistencia perfecta.
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Ideal para esos días en los que querés algo dulce sin pasar horas en la cocina.
Ingredientes
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2 sobres de gelatina sin sabor (14 g en total)
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500 ml de crema de leche (bien fría)
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200 g de galletitas dulces (vainilla, chocolate o las que prefieras)
Preparación
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Triturar las galletitas hasta lograr un polvo grueso. Reservar una parte para la decoración final.
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En un bol grande, batir la crema de leche fría hasta que comience a espesar, sin llegar a punto chantilly.
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Disolver la gelatina sin sabor siguiendo las indicaciones del envase y, aún tibia, incorporarla a la crema en forma de hilo mientras se sigue batiendo a baja velocidad.
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Continuar batiendo hasta integrar por completo y obtener una mezcla uniforme y cremosa.
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Volcar la preparación en una fuente o molde de vidrio.
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Cubrir toda la superficie con las galletitas trituradas que reservaste, distribuyéndolas de manera pareja.
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Llevar al freezer por al menos 3 horas, o hasta que el postre esté firme y bien frío.
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Retirar unos minutos antes de servir para que sea más fácil cortar y disfrutar.
Consejos:
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Usá crema de leche bien fría para lograr una textura más aireada y suave.
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Podés reemplazar parte de la crema por leche condensada si querés un sabor más dulce y con un toque caramelizado.
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Para una presentación más vistosa, usá galletitas de distintos tipos y colores en la cobertura.
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Si preferís una textura más blanda, en lugar de congelar, podés dejarlo en la heladera por 4 a 6 horas.
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Al momento de servir, podés agregar hilos de dulce de leche o chocolate derretido por encima.
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Probá con galletitas rellenas para un contraste extra de sabor y textura.
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Si no tenés procesadora, podés colocar las galletitas en una bolsa y triturarlas con un palo de amasar.
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Para un postre individual, repartí la preparación en copas y decorá con galletitas y frutas.
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No dejes el postre demasiado tiempo fuera del frío, ya que puede perder firmeza.
Con este método simple y rápido, vas a tener un postre cremoso, fresco y delicioso, listo para sorprender a todos sin esfuerzo.