El pastel de coco con ciruela es uno de esos postres caseros que evocan recuerdos de la infancia.
Suave, húmedo y con un relleno cremoso que se combina a la perfección con la mermelada de ciruela, es ideal para acompañar la merienda o compartir en una ocasión especial.
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Con ingredientes simples y un procedimiento sencillo, esta receta logra un resultado espectacular.
Ingredientes
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3 huevos
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½ taza de aceite
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1 taza de azúcar
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1 taza de leche
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1 ½ tazas de harina de trigo
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½ taza de coco rallado
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1 cucharada de polvo de hornear
Para la cocada cremosa
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1 lata de leche condensada
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1 taza de leche
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1 taza de coco rallado
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1 cucharada de manteca
Para el relleno y cobertura
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1 taza de mermelada de ciruela
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Coco rallado extra para decorar
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Crema chantilly o merengue para el acabado
Preparación
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Precalentá el horno a 180 °C. Enmantecá y enhariná un molde redondo.
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En un bol, batí los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla esponjosa y clara.
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Incorporá el aceite y la leche, batiendo suavemente.
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Agregá la harina tamizada junto con el polvo de hornear y el coco rallado. Mezclá hasta que la preparación esté homogénea.
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Verté la masa en el molde y horneá durante 35 a 40 minutos, o hasta que al insertar un palillo salga limpio. Dejá enfriar y desmoldá.
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Para la cocada cremosa, colocá en una olla la leche condensada, la leche, el coco y la manteca. Cociná a fuego bajo, revolviendo constantemente, hasta que espese y tenga consistencia de crema. Reservá.
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Cortá el bizcochuelo en dos o tres capas según el grosor.
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Rellená la primera capa con la cocada cremosa, luego extendé una capa de mermelada de ciruela y tapá con otra parte del bizcochuelo. Repetí si tenés más capas.
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Cubrí el pastel con crema chantilly o merengue y espolvoreá coco rallado en la superficie.
Tips y consejos:
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Para intensificar el sabor, podés remojar cada capa del bizcochuelo con un almíbar ligero hecho con agua, azúcar y un toque de esencia de vainilla.
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Si no tenés mermelada de ciruela, podés reemplazarla por dulce de ciruela casero o incluso por otra mermelada ácida como frutos rojos.
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El pastel queda mejor si lo dejás reposar en la heladera un par de horas antes de servir, ya que los sabores se integran y la textura se vuelve más húmeda.
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Podés decorarlo con cerezas confitadas, almendras laminadas o simplemente con más coco rallado para darle un toque clásico.
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Al momento de batir los huevos con el azúcar, cuanto más aire incorpores, más esponjoso será el bizcochuelo.
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Si preferís un sabor más intenso, usá coco rallado tostado para la decoración, lo que le dará un aroma extra y un contraste crocante.
Este pastel de coco con ciruela es una verdadera joya de la repostería casera: suave, cremoso y con ese equilibrio perfecto entre lo dulce y lo frutal que tanto gusta en las recetas tradicionales.