Este pastel esponjoso es ideal para compartir en familia o para preparar varias porciones con una sola mezcla.
Usando medidas simples y una técnica muy fácil, podés hornear varios moldes de una sola vez.
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Una receta clásica que nunca falla y rinde muchísimo.
Ingredientes
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4 huevos
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1 taza de azúcar
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1 cucharada de jugo de limón
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½ taza de aceite
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1 taza de leche
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1 cucharada de esencia de vainilla
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2 tazas de harina común (0000)
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1 cucharada colmada de polvo de hornear
Preparación
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Colocá los huevos en un bol grande y batilos durante 1 minuto con batidora o a mano hasta que espumen levemente.
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Agregá el azúcar y el jugo de limón. Continuá batiendo durante 2 a 3 minutos hasta que la mezcla se aclare y el azúcar esté bien disuelta.
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Incorporá el aceite y batí por 2 minutos más hasta que la mezcla quede emulsionada.
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Sumá la leche y la esencia de vainilla. Mezclá por 1 minuto más para que todos los ingredientes líquidos se integren de forma pareja.
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Tamizá la harina con el polvo de hornear. Agregá a la mezcla en dos o tres tandas, mezclando suavemente con espátula o batidor manual hasta obtener una masa lisa, sin grumos. Evitá batir de más para que no se apelmace.
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Verté la preparación en 4 moldes rectangulares de 14 x 8.5 x 6 cm y un molde adicional redondo de 12 cm. Todos deben estar engrasados y enharinados o con papel manteca en la base.
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Llevá a horno precalentado a 180 °C durante 35 a 40 minutos. Estarán listos cuando al pinchar con un palillo, este salga seco.
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Dejá enfriar los pasteles dentro del molde por 10 minutos. Luego desmoldá con cuidado y dejá que se enfríen completamente sobre una rejilla.
Consejos:
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Si querés un sabor más cítrico, podés sumar ralladura de limón junto al jugo.
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Podés reemplazar la esencia de vainilla por esencia de almendras o naranja para variar el sabor.
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Estos pasteles se pueden freezar bien envueltos en film, ideales para tener siempre algo listo para compartir.
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Si usás moldes más grandes, ajustá el tiempo de cocción y controlá con palillo.
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Quedan espectaculares con un baño de glasé simple o espolvoreados con azúcar impalpable.
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No abras el horno antes de los 30 minutos para evitar que se bajen.
Este pastel es una solución perfecta para tener varias porciones listas de una vez. Ideal para cumpleaños, meriendas o regalar.
Sale siempre bien y todos lo disfrutan.