Las cáscaras de cebolla suelen terminar en la basura sin pensar que tienen un gran valor para el hogar y la huerta.
Cuando se secan al sol, pierden la humedad, se conservan por más tiempo y se transforman en un recurso práctico con múltiples usos.
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Además de ser fáciles de almacenar, concentran antioxidantes, flavonoides y compuestos naturales que pueden aprovecharse tanto en la cocina como en el cuidado de las plantas.
Para qué sirven las cáscaras de cebolla secas
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Fertilizante natural: al estar trituradas o en trozos, se pueden mezclar con la tierra o con el compost. Aportan nutrientes que fortalecen las raíces y estimulan el crecimiento saludable de las plantas.
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Repelente de insectos: al descomponerse, liberan sustancias que ahuyentan plagas de manera natural, evitando el uso de productos químicos.
Cómo secar cáscaras de cebolla al sol
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Limpiá las cáscaras con un paño o papel absorbente para retirar restos de tierra o suciedad.
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Extendelas sobre una bandeja o superficie limpia en una sola capa.
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Dejalas al sol durante varias horas, hasta que estén crujientes y completamente secas.
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Guardalas en frascos de vidrio, bolsas de tela o recipientes herméticos, en un lugar fresco y seco.
Cómo usarlas en macetas y jardín
Una forma simple es enterrar las cáscaras secas y trituradas alrededor del tallo de las plantas, a unos pocos centímetros de profundidad.
También se pueden hervir en agua, dejar reposar, colar el líquido y usarlo como fertilizante líquido para regar cada 15 días.
Este preparado refuerza la salud del suelo y, al mismo tiempo, actúa como repelente natural.
Tips y consejos:
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Si las usás en el compost, combiná con restos verdes (cáscaras frescas, pasto, restos de frutas) para equilibrar nutrientes.
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Para potenciar el repelente, mezclá el agua de cebolla con ajo triturado antes de colarla.
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Guardá las cáscaras siempre bien secas; la humedad puede generar moho y arruinar su conservación.
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Podés usarlas también como tinte natural: al hervirlas, el agua toma un color dorado ideal para teñir telas o dar tonos a huevos de pascua caseros.
Con este sencillo hábito, lo que parecía un desecho se convierte en un recurso valioso para la casa y el jardín.