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Preparación de Panes

Pancitos de Leche Caseros: Suaves y Deliciosos

Los panecillos de leche son perfectos para acompañar cualquier comida o disfrutar en el desayuno o merienda.

Con una textura suave y esponjosa, estos pancitos de leche son ideales para quienes disfrutan del pan casero.

La combinación de leche tibia, mantequilla y azúcar crea una miga tierna y deliciosa que hará que quieras comer más de uno. A continuación, te explico paso a paso cómo preparar estos pancitos de leche caseros.

Ingredientes:

  • 120g de leche tibia
  • 15g de levadura de cerveza
  • 300g de harina de pan
  • 30g de azúcar
  • 2g de sal
  • 1 huevo entero
  • 30g de mantequilla

Instrucciones:

  1. Activar la levadura:

    • En un tazón pequeño, coloca los 120 g de leche tibia. Asegúrate de que la leche esté tibia, no demasiado caliente, ya que el calor excesivo puede matar la levadura. Agrega los 15 g de levadura de cerveza y los 30 g de azúcar. Remueve bien hasta que la levadura y el azúcar se disuelvan completamente. Deja reposar la mezcla durante 10 minutos, o hasta que empiece a burbujear. Este paso es importante para activar la levadura y garantizar que la masa suba correctamente.
  2. Mezclar los ingredientes secos:

    • En un tazón grande, coloca los 300 g de harina de pan y los 2 g de sal. Mezcla bien para distribuir la sal de manera uniforme en la harina.
  3. Agregar los ingredientes húmedos:

    • Haz un hueco en el centro de la harina y vierte la mezcla de levadura activada. Luego, agrega el huevo entero y los 30 g de mantequilla derretida. Asegúrate de que la mantequilla esté a temperatura ambiente o ligeramente derretida, pero no caliente, para evitar que afecte la levadura.
    • Mezcla todos los ingredientes hasta que comience a formarse una masa. Si la masa está demasiado húmeda, puedes añadir un poco más de harina, pero con cuidado de no hacerla demasiado seca.
  4. Amasar la masa:

    • Coloca la masa sobre una superficie limpia y ligeramente enharinada. Amasa la masa durante unos 10 minutos, o hasta que esté suave y elástica. La masa debe quedar un poco pegajosa, pero manejable. Si es necesario, agrega más harina en pequeñas cantidades hasta conseguir la textura adecuada.
  5. Primer levado:

    • Coloca la masa en un tazón ligeramente enharinado y cúbrela con un paño limpio. Deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño. Este primer levado es esencial para que los pancitos se vuelvan esponjosos.
  6. Formar los pancitos:

    • Una vez que la masa haya levado, colócala nuevamente sobre la superficie enharinada. Divide la masa en pequeñas porciones del tamaño que prefieras para tus pancitos (aproximadamente 8 a 10 piezas). Forma bolitas con cada porción, asegurándote de que sean del mismo tamaño para que se cocinen de manera uniforme.
    • Coloca los pancitos formados en una bandeja para hornear cubierta con papel de hornear, dejando espacio entre ellos para que puedan expandirse durante el segundo levado.
  7. Segundo levado:

    • Cubre la bandeja con un paño limpio y deja reposar los pancitos durante unos 30 minutos para que suban aún más. Este paso les dará su textura suave y aireada.
  8. Hornear los pancitos:

    • Precalienta el horno a 180°C (350°F). Pinta los pancitos con un poco de leche o huevo batido para darles un color dorado brillante al hornearse.
    • Hornea los pancitos durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados por encima y suenen huecos al tocarlos en la parte inferior.
  9. Enfriar y servir:

    • Una vez horneados, saca los pancitos del horno y colócalos sobre una rejilla para que se enfríen ligeramente. Sirve los pancitos de leche aún tibios para disfrutar de su mejor sabor y textura.

Consejos adicionales:

  • Variedad: Si te gustan los pancitos más dulces, puedes agregar un poco más de azúcar o rellenarlos con mermelada o chocolate antes de hornearlos.
  • Conservación: Estos pancitos son mejores cuando se comen frescos, pero puedes guardarlos en un recipiente hermético por 2-3 días. También se pueden congelar para disfrutar más tarde.
  • Personalización: Si prefieres, puedes añadir un poco de esencia de vainilla o canela a la masa para darle un toque de sabor extra.

Disfruta de estos pancitos caseros: Los pancitos de leche caseros son suaves, ligeros y perfectos para acompañar cualquier comida.

Ya sea con mantequilla, mermelada o simplemente por sí solos, ¡son irresistibles! Perfectos para desayunos, meriendas o como acompañamiento en cualquier momento del día.

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