Si buscás una receta práctica, económica y sin complicaciones, este pan de cuchara es ideal.
No necesitás amasar y con pocos ingredientes te sale una tanda esponjosa y rendidora, perfecta para acompañar mates, café o rellenar con lo que tengas a mano.
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Ingredientes
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1 ½ taza de leche (360 ml)
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2 huevos
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3 cucharadas de azúcar (50 g)
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1 cucharada de levadura seca (10 g)
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3 cucharadas de aceite (45 ml)
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500 g de harina de trigo común
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1 cucharadita de sal (5 g)
Preparación
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En un bol grande colocá la leche, los huevos, el azúcar, la levadura y el aceite. Mezclá bien con batidor de mano o cuchara por un minuto, hasta que todo quede bien integrado.
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Agregá la mitad de la harina y mezclá con cuchara de madera o espátula durante 2 minutos.
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Incorporá el resto de la harina junto con la sal y seguí mezclando por 5 a 7 minutos más. La masa debe quedar pegajosa, pero no líquida. Si ves que está demasiado blanda, podés agregar hasta 60 g más de harina.
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Unta dos cucharas con un poco de aceite para que la masa no se pegue y con su ayuda hacé bolitas o porciones. Colocalas en una bandeja enmantecada o forrada con papel manteca.
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Cubrí con un repasador y dejá levar en lugar cálido hasta que duplique su tamaño (aproximadamente 40 a 60 minutos, dependiendo del clima).
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Pincelá la superficie con yema de huevo para que queden bien dorados.
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Llevá a horno precalentado a 180 °C y cociná durante 20 a 25 minutos o hasta que estén bien inflados y dorados.
Consejos:
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Si querés que queden más aireados, podés dejar levar la masa dos veces: una en el bol y otra una vez porcionados.
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Se pueden hacer salados o dulces: si duplicás el azúcar, podés espolvorearlos con azúcar antes de hornear y quedan espectaculares con dulce de leche.
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Para que no se te pegue la masa en las manos, siempre usá aceite, no harina.
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Si te sobra pan, se puede congelar ya cocido en bolsitas. Para consumirlo, lo calentás unos minutos en horno o sartén tapada y queda como recién hecho.
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Podés usar leche vegetal si tenés alguna intolerancia, o reemplazar el aceite por manteca derretida para un sabor más casero.
Este pan de cuchara es una opción excelente para cuando querés algo casero y rico sin complicarte.
Con pocos ingredientes y sin amasar, siempre sale bien y todos lo disfrutan. Probalo y contanos cómo te salió.