Un dulce casero siempre es motivo de alegría.
Estos caramelos suaves y brillantes se preparan en poco tiempo y son ideales para compartir.
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Con una textura única y un sabor irresistible, se convierten en un placer difícil de dejar pasar.
Ingredientes
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500 ml de jugo de naranja natural (o del sabor que prefieras)
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200 g de azúcar
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60 g de maicena
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50 g de manteca
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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Azúcar impalpable para rebozar
Preparación
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Colocar el jugo de naranja en una olla mediana y añadir el azúcar. Llevar a fuego medio, revolviendo hasta que se disuelva por completo.
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Disolver la maicena en un poco de jugo frío y sumarla a la olla en forma de hilo, mezclando sin parar para evitar grumos.
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Cocinar a fuego bajo, revolviendo constantemente, hasta que la preparación espese y quede con una textura densa y brillante.
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Incorporar la manteca y la esencia de vainilla, mezclando hasta integrar todo.
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Volcar la preparación en una fuente rectangular enmantecada o cubierta con papel manteca. Alisar la superficie con una espátula húmeda.
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Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego llevar a la heladera al menos 2 horas hasta que tome firmeza.
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Desmoldar y cortar en cubos del tamaño que prefieras.
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Rebozar cada cubo en azúcar impalpable para que no se peguen y queden más atractivos.
Consejos:
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Probá con jugo de limón, frutilla o ananá para obtener diferentes sabores.
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Si querés un color más intenso, podés usar unas gotas de colorante vegetal.
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El coco rallado es una gran opción para rebozar en lugar de azúcar impalpable.
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Guardalos en un frasco hermético en la heladera; se conservan varios días sin perder frescura.
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Para un resultado más firme, sumá un poco más de maicena a la mezcla.
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Engrasá el cuchillo con un poco de aceite antes de cortar, así los cubos quedan prolijos.
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Podés espolvorear con ralladura de cítricos para dar un toque fresco y aromático.
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Si querés un sabor más cremoso, reemplazá parte del jugo por leche condensada.
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En reuniones o cumpleaños, servilos en pirotines de papel para una presentación más vistosa.
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También podés hacerlos en moldes de silicona, lo que evita tener que cortarlos después.
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Para darles un contraste, mezclá jugo de dos frutas diferentes en la misma preparación.
Un dulce simple, rápido y lleno de sabor que demuestra que lo casero siempre tiene un encanto especial.
Una montaña de caramelos que será imposible no repetir