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Postres, pastelería y cosas dulces

¡Lo llaman el pastel más suave del mundo! La receta de la abuela que se hacía a menudo.

Un bizcochuelo de limón esponjoso con un relleno cremoso de chocolate.

Una combinación clásica que nunca falla, ideal para la merienda o para agasajar a la familia con un postre casero lleno de sabor.

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Ingredientes

  • 3 huevos

  • 150 g de azúcar (3/4 taza)

  • 80 ml de aceite neutro (girasol o maíz) (1/3 taza)

  • 90 ml de leche (1/3 taza + 1 cucharada)

  • 200 g de harina común (1 + 1/3 tazas)

  • 15 g de polvo de hornear (1 cucharada)

  • Ralladura de un limón

Para la crema

  • 250 ml de leche (1 taza)

  • 1 cucharada de maicena

  • 1 cucharada de cacao amargo

  • 60 g de chocolate negro

  • 1 cucharadita de manteca

Azúcar impalpable para decorar.

Preparación

  1. En un bol, batir los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté bien espumosa y clara.

  2. Agregar el aceite, la leche y la ralladura de limón, integrando bien los líquidos.

  3. Tamizar la harina junto con el polvo de hornear e incorporarlos en dos tandas, mezclando de manera envolvente hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.

  4. Verter la preparación en un molde rectangular enmantecado y enharinado.

  5. Hornear en horno precalentado a 180 °C durante 35 minutos, hasta que al pinchar con un palillo salga seco.

  6. Mientras tanto, preparar la crema: calentar la leche con la maicena y el cacao, revolviendo constantemente hasta espesar. Retirar del fuego, añadir el chocolate picado y la manteca, mezclando hasta que quede una crema lisa y brillante. Dejar enfriar.

  7. Una vez frío el bizcochuelo, desmoldar y cortar en dos capas iguales.

  8. Rellenar con la crema de chocolate, tapar con la otra mitad y espolvorear con azúcar impalpable antes de servir.

Consejos:

  • Usar huevos a temperatura ambiente ayuda a que el batido sea más voluminoso.

  • Si querés un sabor más intenso, podés perfumar la crema con unas gotas de esencia de vainilla.

  • La ralladura de limón debe ser fina, evitando la parte blanca que da amargor.

  • Dejar reposar el pastel ya armado al menos 1 hora antes de cortarlo para que el relleno se asiente.

  • Si preferís, podés reemplazar el chocolate negro por chocolate con leche para un sabor más suave.

  • Guardar en la heladera cubierto con film para que conserve la humedad y la frescura.

Un pastel húmedo, tierno y con ese toque de chocolate que conquista a todos.

Ideal para compartir en la mesa con un café o un mate bien caliente.

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