Hay sabores que tienen el poder de llevarnos atrás en el tiempo, y las frutillas con crema son uno de ellos.
Este clásico postre, simple y delicioso, combina la frescura de la fruta con la suavidad de la crema batida.
Te recomendamos: ¡Este postre de frutilla se hace en 10 minutos y no necesita horno!
Perfecto para el verano, pero también ideal todo el año, se prepara en minutos y encanta a grandes y chicos por igual.
Ingredientes
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500 g de frutillas frescas
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200 ml de crema de leche
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2 cucharadas de azúcar (para la crema)
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1 cucharada de azúcar (para las frutillas)
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Esencia de vainilla (opcional)
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Hojas de menta o trocitos de frutilla para decorar
Preparación
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Preparar las frutillas: Lávalas bien, retirá el cabito y cortalas en rodajas. Colocalas en un bol y espolvoreá una cucharada de azúcar. Mezclá suavemente y dejalas reposar unos 15 minutos para que suelten su jugo natural.
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Batir la crema: En otro bol, colocá la crema de leche bien fría con las dos cucharadas de azúcar. Si querés, agregá unas gotas de esencia de vainilla. Batí con batidora eléctrica o a mano hasta que espese y forme picos suaves.
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Armar el postre: En copas o vasos, alterná capas de frutillas y crema. Podés comenzar con una base de frutillas, luego una capa de crema, y repetir hasta llenar el recipiente. Terminá con una buena cucharada de crema en la parte superior.
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Enfriar y servir: Llevá las copas a la heladera durante unos 30 minutos para que estén bien frías al momento de servir. Decorá con hojas de menta o con trozos de frutilla fresca por encima.
Consejos:
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Para una versión más liviana, reemplazá la crema por yogur natural o crema vegetal para batir.
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Si querés un toque extra de sabor, rociá las frutillas con unas gotas de jugo de limón antes de agregarles el azúcar.
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También podés sumarle merengue picado, pedacitos de bizcochuelo o granola para darle textura.
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Usá frutillas maduras pero firmes, ya que son más dulces y conservan mejor su forma al mezclarlas con la crema.
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Este postre se puede preparar con unas horas de anticipación, pero es mejor servirlo el mismo día para disfrutar al máximo su frescura.
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Si te gusta más dulce, aumentá un poco la cantidad de azúcar en la crema.
Un clásico de toda la vida, simple pero irresistible.
Las frutillas con crema caseras son ese postre que no necesita presentación: cada cucharada tiene el sabor de los recuerdos y la dulzura de lo cotidiano.