Esta tarta de crema de limón y coco es una verdadera delicia: suave, húmeda, con una textura que se deshace al primer bocado.
Tiene una base esponjosa, un relleno fresco y cremoso, y una cobertura que la hace irresistible.
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Lo mejor es que no es difícil de preparar y rinde bastante, ideal para compartir.
Ingredientes
Para la crema de limón:
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1 yema de huevo
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50 g de azúcar
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40 g de maicena
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Jugo de 1 limón
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300 ml de leche entera
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Ralladura de 1 limón
Para la masa de la tarta:
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3 huevos
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1 pizca de sal
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15 g de azúcar de vainilla
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150 g de azúcar
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150 ml de aceite de girasol
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150 ml de leche entera
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300 g de harina 0000
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15 g de polvo de hornear
Para la cobertura:
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Mermelada de durazno o damasco
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Coco rallado
Preparación
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En una olla, mezclá la yema, el azúcar y la maicena. Agregá el jugo de limón y batí bien. Incorporá la leche de a poco, mezclando para evitar grumos. Llevá al fuego medio, revolviendo sin parar hasta que la crema espese. Retirá, sumá la ralladura y tapá con film al contacto. Reservá.
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En un bowl, batí los huevos con la pizca de sal, el azúcar de vainilla y el azúcar común hasta que la mezcla esté bien aireada y espumosa.
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Añadí el aceite y la leche, y mezclá bien.
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Tamizá la harina junto con el polvo para hornear y sumalos a la mezcla anterior. Integramos todo hasta obtener una masa suave y sin grumos.
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Enmantecá y enhariná un molde rectangular (aprox. 27 x 18 cm). Volcá la mitad de la masa y nivelala. Horneá a 175 °C por 15 minutos.
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Sacá del horno, agregá la crema de limón ya fría sobre la base cocida y distribuí bien. Encima volcá el resto de la masa y nivelá nuevamente.
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Horneá otros 15 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, salga limpio. Dejá enfriar 10 minutos en el molde y luego desmoldá con cuidado.
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Untá la parte superior con una capa fina de mermelada y espolvoreá con coco rallado.
Tips y consejos:
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La crema de limón debe estar completamente fría antes de usarla como relleno, para que no humedezca la masa.
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Si preferís una crema más intensa, podés agregar un poco más de ralladura o unas gotas extra de jugo de limón.
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Para la cobertura, la mermelada de damasco le va perfecto, pero también podés usar de naranja o durazno.
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Esta tarta se conserva muy bien en heladera hasta 3 días, bien tapada para que no se seque.
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Si querés una versión más festiva, podés decorarla con frutas frescas o unas hojas de menta.
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El coco rallado puede ser natural o tostado, según tu gusto. Si usás coco tostado, espolvorealo justo antes de servir para mantener el crocante.
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Esta receta también se puede hacer en moldes individuales o adaptarse a uno redondo de 24 cm.
Una tarta fresca, esponjosa y con una combinación de sabores que enamora.
Perfecta para una mesa dulce o para acompañar un buen café. ¡Tenés que probarla!