Esta tarta esponjosa, húmeda y con un suave relleno de crema de limón se convierte en una delicia irresistible desde el primer bocado.
Una combinación ideal entre textura aireada, sabor cítrico y un toque dulce que encanta a todos.
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Ideal para acompañar con mate, café o como postre.
Ingredientes
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1 huevo
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50 g de azúcar
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40 g de almidón de maíz
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1 limón (jugo y ralladura)
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300 ml de leche
Para la masa:
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2 huevos
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100 g de azúcar granulada
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1 cdita de azúcar de vainilla (o esencia)
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120 ml de aceite de semilla
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120 ml de leche
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220 g de harina
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15 g de levadura en polvo (polvo de hornear)
Para decorar:
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Mermelada (preferentemente de durazno o damasco)
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Coco rallado c/n
Preparación
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En una ollita, mezclá el huevo con los 50 g de azúcar, el almidón de maíz, el jugo y la ralladura de limón.
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Agregá la leche lentamente mientras mezclás, y llevá al fuego medio revolviendo constantemente hasta que la mezcla espese. Reservá y dejá enfriar.
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En un bowl, batí los 2 huevos con los 100 g de azúcar y la vainilla hasta que espumen.
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Sumá el aceite y la leche, mezclando bien.
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Tamizá la harina con la levadura y añadila de a poco a la preparación anterior, integrando suavemente hasta obtener una masa sin grumos.
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Verté la mitad de la mezcla en un molde enmantecado o con papel manteca.
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Agregá la crema de limón (fría) sobre toda la superficie, y cubrí con el resto de la masa.
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Llevá a horno precalentado a 180 °C por unos 35-40 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y al pinchar con un palillo, salga limpio.
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Dejá entibiar, desmoldá y pincelá con mermelada tibia.
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Espolvoreá coco rallado por encima y dejá enfriar completamente antes de cortar.
Tips y consejos:
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Podés usar manteca derretida en vez de aceite si preferís una textura más rica.
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La mermelada ayuda a que el coco se adhiera y aporta brillo: no la omitas.
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Si te gusta más cítrica, agregá unas gotas extras de jugo de limón en la crema.
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La crema debe estar completamente fría antes de usar, así no se mezcla con la masa.
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El coco puede ser reemplazado por azúcar impalpable si no tenés.
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Se conserva bien en heladera por hasta 3 días, tapada.
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Usá un molde desmontable para facilitar el desmolde sin dañar la tarta.
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Para una textura más aireada, batí bien los huevos con el azúcar al inicio de la masa.
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No abras el horno antes de los 30 minutos para evitar que baje.
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Esta receta también queda bien con naranja si querés un cambio de sabor.
Disfrutá esta tarta increíblemente suave, con una crema que se funde en la boca y una cobertura que le da un toque especial.
Vas a querer hacerla una y otra vez.