El glaseado perfecto es clave para lograr galletas navideñas prolijas, con colores intensos y un acabado firme y brillante.
Esta receta es ideal tanto para delinear como para rellenar y permite obtener terminaciones lisas que endurecen muy bien al secarse.
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Es una preparación sencilla, económica y adaptable a cualquier diseño que quieras decorar.
Ingredientes
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1 clara de huevo (o 30 g de clara pasteurizada)
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200–250 g de azúcar impalpable/glas tamizada
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1 cucharadita de jugo de limón
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1/2 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
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Colorantes en gel, a elección
Preparación
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Colocá la clara en un bowl y batila apenas hasta que esté espumosa. No debe montarse; solo necesitás que quede aireada para que el glaseado tenga buena estructura.
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Sumá el jugo de limón y mezclá para integrar.
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Agregá el azúcar impalpable de a poco, siempre tamizándola, mientras mezclás con cuchara o batidor manual.
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Ajustá la consistencia según el uso:
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Delineado: firme, sin goteo. Necesitás entre 220 y 250 g de azúcar.
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Relleno: más fluido. Si querés que se nivele solo, agregá 1–2 cucharadas de agua hasta lograr una caída de 10 segundos.
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Añadí la esencia de vainilla si querés saborizar el glaseado.
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Separá la mezcla en distintos recipientes si vas a usar varios colores. Agregá colorante en gel, mezclando suavemente para no incorporar burbujas.
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Pasá cada color a mangas descartables o bolsitas pequeñas y cortá apenas la punta.
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Decorá las galletas dejando primero el delineado y luego el relleno. Permití que cada capa se seque antes de sumar más detalles.
Tips y consejos:
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Tamizar el azúcar impalpable es obligatorio para evitar grumos que puedan atascar la manga.
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El jugo de limón aporta brillo y ayuda a que el glaseado se endurezca correctamente.
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No uses colorantes líquidos, porque modifican la textura y arruinan la consistencia.
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Si aparecen burbujas en el relleno, pinchalas con un palillo apenas lo apliques.
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Para colores intensos, teñí el glaseado con anticipación y dejalo descansar un rato; el tono se potencia.
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Guardá el glaseado que te sobre bien tapado con film en contacto para que no se seque.
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Dejá secar las galletas decoradas mínimo 8 horas antes de apilar o guardar.
Este glaseado es ideal para cualquier tipo de galleta y permite obtener decoraciones firmes, brillantes y bien definidas, perfectas para la época navideña.