Cómo hacer Galletas merengadas caseras

Estas galletitas rellenas de malvavisco y rebozadas en coco tienen el sabor clásico de la infancia.

Su preparación es simple, con ingredientes comunes y un resultado irresistible.

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Ideales para acompañar el mate o sorprender a los más chicos.

Ingredientes

Para las galletitas:

• 250 g de harina 0000

• 100 g de manteca

• 100 g de azúcar impalpable

• 1 huevo

• Esencia de vainilla (unas gotas)

Para el relleno:

• 200 g de azúcar

• 125 ml de agua

• 14 g de gelatina sin sabor

• 1 cdita de esencia de frutilla

• Colorante rosa (opcional)

• Coco rallado

• Azúcar impalpable y maicena (para espolvorear)

Preparación

1. En una ollita, mezclá el azúcar, la gelatina y el agua. Llevá a fuego medio y dejá que hierva un par de minutos.

2. Pasá la mezcla caliente a un bol y batí con batidora eléctrica 10 minutos. Sumá la esencia y el colorante. Debe quedar bien aireado y espeso.

3. Volcá en una fuente rectangular cubierta con papel manteca espolvoreado con azúcar impalpable y maicena. Alisá y llevá a la heladera por 3 horas.

4. Una vez firme, cortá círculos con un cortante chico y reservá.

5. Para la masa de las tapitas, batí la manteca pomada con el azúcar impalpable. Agregá el huevo y la esencia, y luego incorporá la harina de a poco.

6. Amasá suavemente hasta obtener una masa lisa. Estirá con palote y cortá tapitas del mismo tamaño que los malvaviscos.

7. Colocalas en una placa con papel manteca y horneá a 180°C por 10-12 minutos, hasta que estén apenas doradas. Dejá enfriar.

8. Uní de a dos tapitas con un malvavisco en el medio y presioná suavemente. Pasá los bordes por coco rallado.

Consejos:

• Si no tenés cortante redondo, usá la base de una copita o una tapita.

• Podés cambiar la esencia por vainilla o limón para variar el sabor del malvavisco.

• Para que el coco se adhiera mejor, presioná apenas los bordes de la galletita luego de armarla.

• Guardalas en frasco hermético, duran hasta una semana sin perder la textura.

Estas galletitas caseras son un clásico que nunca falla.

Con una textura crocante por fuera y suave por dentro, van perfecto con una merienda familiar o como regalo dulce y original.