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Cómo hacer Galletas de Chía y Limón

Unas galletas frescas y crujientes, con el aroma cítrico del limón y el toque nutritivo de la chía.

Perfectas para acompañar un café o té, o como snack saludable en cualquier momento del día.

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Se preparan rápido y quedan irresistibles.

Ingredientes

  • 1 taza de avena molida (o harina de avena)

  • 2 cucharadas de semillas de chía

  • Ralladura de 1 limón

  • Jugo de 1 limón

  • 1/4 taza de miel (ajustar al gusto)

  • 1 huevo

  • 2 cucharadas de aceite de coco o manteca derretida

  • 1/2 cucharadita de polvo de hornear

  • 1 pizca de sal

  • (Opcional) unas gotas de esencia de vainilla o un toque de jengibre rallado

Preparación

  1. Precalentar el horno a 180 °C con calor arriba y abajo, y preparar una bandeja con papel manteca.

  2. En un bol, mezclar la avena molida, las semillas de chía, el polvo de hornear y la sal hasta que todo quede bien integrado.

  3. En otro recipiente, batir el huevo junto con la miel, el jugo y la ralladura de limón, y el aceite de coco. Incorporar la vainilla o el jengibre si se decide usarlos.

  4. Volcar la mezcla líquida sobre la mezcla seca y remover con espátula o cuchara hasta formar una masa uniforme.

  5. Si la masa queda demasiado blanda, dejar reposar entre 5 y 10 minutos para que la chía absorba parte del líquido.

  6. Con una cuchara, tomar porciones de masa y formar bolitas, colocándolas en la bandeja con espacio entre sí.

  7. Aplastar suavemente cada bolita para darles forma de galleta.

  8. Llevar al horno durante 12 a 15 minutos, o hasta que los bordes se vean dorados y firmes al tacto.

  9. Retirar del horno y dejar enfriar completamente sobre una rejilla antes de consumir.

Consejos:

  • Para un sabor más intenso, usar miel oscura o reemplazarla por azúcar mascabo.

  • Si se quiere un toque extra cítrico, agregar más ralladura de limón sin llegar a la parte blanca.

  • Sustituir el aceite de coco por manteca para un resultado más tradicional.

  • Añadir semillas de amapola junto a la chía para un contraste visual y de textura.

  • Si no hay avena molida, procesar avena tradicional hasta lograr una harina fina.

  • Guardar las galletas en un frasco hermético para que conserven su textura crujiente.

  • Para un toque gourmet, decorar con un glaseado ligero de limón una vez frías.

  • Reemplazar parte del jugo de limón por jugo de naranja para un sabor diferente.

  • Añadir chips de chocolate blanco para una combinación dulce y cítrica muy original.

  • Hornear unos minutos extra si se prefiere una textura más crocante.

Disfrutá de estas galletas que combinan frescura, textura y un sabor único, ideales para cualquier momento del día.

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