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Desde que probé esta receta ¡No compro más en la panadería! Siempre los preparo en casa

Hacer pan casero es una de las experiencias más gratificantes en la cocina.

El aroma que invade la casa, la textura esponjosa y el sabor inigualable hacen que valga la pena cada minuto invertido.

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Con esta receta, vas a lograr un pan suave, dorado y con un toque dulce que lo convierte en el acompañante ideal para el mate, el café o una merienda en familia.

Ingredientes

  • 1 taza de leche tibia (250 ml)

  • 1 cucharada de levadura seca (10 g)

  • ½ taza de azúcar (100 g)

  • 1 huevo

  • 90 g de manteca derretida

  • 4 tazas de harina de trigo común (580 g)

  • 1 cucharadita de sal (5 g)

Para decorar:

  • Azúcar gruesa (podés usar azúcar común apenas humedecida)

Preparación

  1. En un bol grande, colocar la leche tibia junto con la levadura seca, el azúcar, el huevo y la manteca derretida. Batir bien hasta integrar todos los ingredientes.

  2. Agregar la harina en dos tandas: primero la mitad y mezclar un minuto, luego el resto junto con la sal. Unir bien hasta formar una masa.

  3. Amasar durante unos 10 minutos hasta que la masa quede suave, lisa y elástica. Formar un bollo y colocarlo en un recipiente ligeramente aceitado. Cubrir con un paño limpio y dejar reposar hasta que duplique su tamaño.

  4. Una vez levada, dividir la masa en 10 porciones iguales. Formar bollitos y acomodarlos en un molde de 24 cm previamente enmantecado o enharinado.

  5. Tapar y dejar reposar nuevamente hasta que los bollos crezcan y se junten entre sí.

  6. Pincelar con yema de huevo batida y espolvorear con azúcar gruesa para darle ese toque de pan de confitería.

  7. Hornear en horno precalentado a 180 °C durante 40 a 45 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.

  8. Dejar enfriar apenas antes de desmoldar y servir.

Consejos:

  • Si querés un aroma más especial, añadí ralladura de limón o de naranja a la masa antes del amasado.

  • Guardá el pan en una bolsa de nylon o recipiente hermético para que se conserve tierno durante 2 o 3 días.

  • Si lo preferís más dulce, podés sumarle un par de cucharadas extras de azúcar a la masa.

  • Para una textura más aireada, asegurate de darle suficiente tiempo de levado en cada reposo.

  • Podés acompañarlo con dulce de leche, mermelada o manteca: combina perfecto en el desayuno o la merienda.

Con esta receta vas a tener un pan casero tan rico y esponjoso que no vas a querer volver a la panadería.

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