El proceso de digestión es una de las funciones más importantes del organismo.
A través de él, los alimentos se descomponen en nutrientes que luego el cuerpo absorbe y utiliza para generar energía, reparar tejidos y mantener el funcionamiento de todos los sistemas.

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Sin embargo, no todos los alimentos se digieren a la misma velocidad: su composición, contenido de fibra, cantidad de grasas y proteínas, así como su forma de preparación, influyen directamente en el tiempo que el estómago tarda en procesarlos.
A continuación, te explicamos cuánto tarda en digerirse cada alimento según estudios fisiológicos y principios básicos de gastroenterología, y por qué el organismo invierte más o menos tiempo en cada uno.
Alimentos de digestión rápida
Estos alimentos suelen tener bajo contenido graso y alto porcentaje de agua, lo que permite que el estómago los procese con facilidad.
Banana – 30 minutos
Es una fruta rica en potasio y carbohidratos simples. Su textura blanda y su baja cantidad de fibra insoluble facilitan una digestión veloz. Por eso es tan recomendada antes o después de hacer ejercicio.
Manzana – 40 minutos
Aunque contiene fibra, la mayor parte es pectina, un tipo de fibra soluble que el cuerpo procesa rápido. Por eso genera saciedad sin retrasar excesivamente la digestión.
Arroz blanco – 1 hora
Al ser un carbohidrato refinado, prácticamente no tiene fibra. Esto permite que el estómago lo descomponga con facilidad y llegue rápido al intestino delgado.
Alimentos de digestión media
Aquí entran alimentos con mayor contenido de grasa o con proteínas moderadas, que requieren más tiempo de descomposición.
Aguacate – 2 horas
Su grasa saludable (ácidos grasos monoinsaturados) es beneficiosa para el corazón, pero las grasas tardan más en salir del estómago. Por eso, aunque es nutritivo, su digestión es más lenta que la de otras frutas.
Huevos – 2,5 horas
Son ricos en proteínas de alto valor biológico, lo que implica más trabajo enzimático para descomponerlas. De todos modos, siguen siendo alimentos de digestión relativamente amigable.
Almendras – 3 horas
Este fruto seco aporta fibra, grasas y proteínas. La combinación de estos tres componentes exige un proceso digestivo más prolongado.
Alimentos de digestión lenta
Estos alimentos requieren mayor actividad enzimática y permanecen más tiempo en el estómago.
Carne – 3,5 horas
La carne roja contiene proteínas complejas y una proporción considerable de grasa. Esto demanda una digestión lenta y sostenida. Por eso muchas personas sienten saciedad durante varias horas luego de consumirla.
Pollo – 3,5 horas
Aunque contiene menos grasa que la carne roja, sigue siendo un alimento proteico. Las proteínas animales necesitan más tiempo para romperse en aminoácidos utilizables.
Queso – 4 horas
Los lácteos enteros combinan grasa con proteínas, especialmente caseína, una proteína que el cuerpo digiere lentamente. Esto explica por qué genera tanta saciedad.
¿Por qué estos tiempos son importantes?
La digestión influye en:
• Energía disponible: alimentos rápidos elevan la energía en poco tiempo; los lentos la mantienen más estable.
• Saciedad: grasas y proteínas prolongan la sensación de llenura.
• Molestias digestivas: algunas personas pueden sentir pesadez si consumen alimentos de digestión lenta en grandes cantidades o de noche.
• Salud metabólica: comidas equilibradas entre alimentos de digestión rápida y lenta ayudan a controlar la glucosa en sangre.
¿Cuándo puede variar la digestión?
Los tiempos pueden cambiar en personas con:
• gastritis
• reflujo gastroesofágico
• colitis
• intolerancias alimentarias
• síndrome de intestino irritable
• metabolismo más lento por estrés o falta de sueño
También influyen factores como la edad, la masticación, la hidratación y la actividad física.
La digestión es un proceso complejo, pero entender estos tiempos permite elegir mejor qué comer según el momento del día y cómo se siente el cuerpo.
Una alimentación equilibrada, variada y adaptada a cada persona sigue siendo la clave para una buena salud digestiva.