Cómo hacer la receta de una riquísima cremona mantecosa

Si sos fan de lo salado y la panadería casera, esta receta es para vos.

Vamos a preparar una cremona con manteca, bien crocante por fuera y tierna por dentro.

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Es más fácil de lo que parece y con pocos ingredientes.

Ingredientes

Colocá la harina y la sal en un bol grande. Mezclá bien ambos ingredientes secos.
En el centro, agregá el extracto de malta y la levadura disuelta en un poco de agua. Mezclá de a poco hasta formar una masa.
Pasá la masa a la mesada y amasá durante unos minutos hasta que esté lisa y no se pegue. Cubrila con un repasador y dejala descansar 40 minutos.
Estirá la masa en forma de rectángulo. Colocá los 200 g de manteca fría en el centro y envolvela con la masa.
Dejá reposar 15 minutos y luego estirá nuevamente la masa en forma de rectángulo. Doblá los extremos hacia el centro y repetí el estirado.
Cortá tiras de aproximadamente 10 cm de largo. Pincelalas con manteca derretida y espolvorealas con un poco de harina.
Doblá cada tira sobre sí misma y hacé un corte longitudinal en el centro sin llegar a los bordes. Luego, realizá cortes transversales cada 2 cm.
Colocá las cremonas en una placa enmantecada. Llevá a horno precalentado a 180 °C durante 25 minutos, o hasta que estén doradas arriba y abajo.
Retiralas del horno y dejalas enfriar unos minutos antes de servir.

Podés reemplazar el extracto de malta por una cucharadita de miel, que también ayuda a activar la levadura.
Si no querés usar manteca, podés hacer la versión clásica con grasa vacuna.
Para más sabor, podés espolvorear con semillas de sésamo antes de hornear.
Es ideal comerla tibia con mate o café con leche.
Si te sobra, podés recalentarla unos minutos al horno para recuperar su textura.

Una receta ideal para compartir en la merienda o para lucirte con algo diferente hecho en casa.

Crocante, sabrosa y perfecta para acompañar un buen mate.