Hacer donas caseras es mucho más sencillo de lo que parece y con esta receta vas a obtener más de 30 piezas grandes, suaves y con un sabor irresistible.
Son ideales para acompañar el mate, el café o para compartir en cualquier ocasión especial.
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Ingredientes
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1 kg de harina de trigo común
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1 taza de azúcar
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½ taza de leche tibia
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4 huevos
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½ taza de manteca (a temperatura ambiente)
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15 g de levadura seca
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1 cucharada de sal
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Aceite o grasa vegetal para freír
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Azúcar extra para espolvorear
Preparación paso a paso
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Activar la levadura: en un bol pequeño, mezclar la leche tibia con 1 cucharada de azúcar (del total) y la levadura seca. Dejar reposar entre 10 y 15 minutos hasta que se forme espuma.
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En un bol grande, colocar la harina y hacer un hueco en el centro. Incorporar los huevos, el azúcar restante, la sal, la manteca blanda y la mezcla de levadura ya activada.
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Mezclar bien hasta integrar los ingredientes y amasar durante unos 10 minutos, hasta conseguir una masa elástica, suave y apenas pegajosa pero fácil de manejar.
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Formar una bola con la masa y dejarla reposar en un bol engrasado, cubierta con un paño limpio, durante 1 hora o hasta que duplique su volumen.
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Una vez levada, estirar la masa con palo de amasar hasta un grosor de 1,5 cm.
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Cortar las donas con un cortador especial o usando dos vasos (uno grande para la parte exterior y otro chico para el centro).
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Colocarlas en una bandeja con papel manteca y dejarlas reposar nuevamente 30 minutos, siempre tapadas con un paño para que no se sequen.
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Calentar abundante aceite o grasa vegetal a fuego medio. Freír las donas en tandas, dándolas vuelta para que se doren de manera pareja.
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Retirar y colocar sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
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Decorar: aún tibias, pasarlas por azúcar granulada para darles ese toque clásico.
En total rinden unas 31 donas grandes, esponjosas y doradas.
Consejos:
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No frías las donas con el aceite demasiado caliente, porque se doran rápido por fuera y quedan crudas por dentro. Lo ideal es un fuego medio constante.
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Una vez frías, podés rellenarlas con dulce de leche, crema pastelera o bañarlas en chocolate para darles un extra de sabor.
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Si preferís una versión más liviana, hornealas en horno precalentado a 180 °C durante 12 a 15 minutos y, al salir, pincelalas con manteca derretida antes de pasarlas por azúcar.
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Para conservarlas suaves por más tiempo, guardalas en un recipiente hermético. Si las vas a comer al día siguiente, calentarlas unos segundos en microondas realza su textura esponjosa.
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Podés congelarlas ya cocidas: alcanzará con calentarlas al horno o microondas antes de servirlas.
Con esta receta clásica vas a disfrutar de unas donas caseras irresistibles, suaves por dentro y doradas por fuera, ideales para compartir con toda la familia.