Los buñuelos son un clásico de la repostería que nunca pasa de moda, ideales para acompañar la merienda o disfrutar como postre casero.
Con esta versión de banana, la receta gana un sabor más cremoso y una textura suave que combina perfecto con el crocante de la fritura.
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Una preparación sencilla, con ingredientes comunes y el resultado asegurado.
Ingredientes
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200 g de harina común
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1 huevo
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1 cucharadita de polvo de hornear
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100 g de azúcar
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2 bananas maduras
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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250 cc de leche
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Una pizca de sal
(Opcional: ralladura de limón o naranja, chips de chocolate o frutos secos picados para dar un toque distinto.)
Preparación
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En un bol, batir el huevo con el azúcar, la esencia de vainilla y la pizca de sal hasta que la mezcla quede cremosa. Si se desea, incorporar ralladura de cítricos para intensificar el aroma.
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Agregar la leche y continuar batiendo hasta integrar bien todos los líquidos.
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Incorporar la harina previamente tamizada junto con el polvo de hornear, de a poco, mientras se mezcla para evitar grumos. La masa debe quedar suave y homogénea.
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Pelar y cortar las bananas en rodajas finas, luego añadirlas a la mezcla e integrarlas suavemente con una espátula.
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Calentar abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio. Tomar porciones de masa con una cuchara y dejar caer cuidadosamente en el aceite caliente.
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Freír los buñuelos hasta que estén dorados por fuera y cocidos por dentro, dándolos vuelta para que se hagan de manera pareja.
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Retirar con una espumadera y colocar sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
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Espolvorear con azúcar mientras aún están tibios para darles un acabado crocante y más dulzor.
Tips y consejos:
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Si la masa queda muy espesa, se puede agregar un chorrito extra de leche; si está demasiado líquida, bastará con un poco más de harina.
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El aceite debe estar caliente, pero no en exceso: si la temperatura es muy alta, los buñuelos se dorarán por fuera y quedarán crudos por dentro. Una buena prueba es colocar una pequeña gota de masa y verificar que suba lentamente formando burbujas.
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Para una variante más saludable, se pueden cocinar en horno precalentado a 190 °C sobre una placa engrasada, aunque la fritura tradicional es la que da el sabor y la textura clásica.
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Sumando chips de chocolate, nueces o almendras picadas, los buñuelos tendrán un plus de sabor que encanta a grandes y chicos.
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Servilos recién hechos: son irresistibles con un café, un mate o acompañados de dulce de leche o miel.
Con esta receta, los buñuelos de banana se convierten en un postre simple, casero y lleno de sabor.
Crocantes por fuera y cremosos por dentro, son una tentación difícil de resistir que seguramente se va a repetir en tu mesa más de una vez.