Cuando tenés ganas de algo dulce pero no querés complicarte con recetas difíciles o ingredientes caros, esta torta es tu salvación.
Solo necesitás una cuchara para medir, un bol y muchas ganas de disfrutar.
Te recomendamos: Solo con 1 Kg de harina: Cómo hacer 4 trenzas con crema pastelera
El resultado: una torta con sabor a limón fresco, húmeda y perfecta para acompañar un mate, café o té a cualquier hora del día.
Ingredientes
-
12 cucharadas de harina leudante
-
12 cucharadas de azúcar
-
12 cucharadas de leche
-
12 cucharadas de aceite
-
2 huevos
-
Ralladura de 1 limón
-
Jugo de ½ limón
-
1 cucharadita de esencia de vainilla
-
Azúcar impalpable para decorar (opcional)
Preparación
-
En un bol grande, batí los huevos con el azúcar hasta que se vea bien espumoso.
-
Agregá la leche, el aceite, la ralladura de limón, el jugo y la esencia de vainilla. Mezclá todo hasta integrar.
-
Incorporá la harina leudante poco a poco, mezclando con espátula o batidor de mano hasta formar una masa homogénea.
-
Volcá la mezcla en un molde previamente enmantecado y enharinado (de 22 o 24 cm).
-
Llevá al horno precalentado a 180°C durante 35 a 40 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo salga seco.
-
Dejála enfriar antes de desmoldar y espolvoreá con azúcar impalpable si querés un toque decorativo.
Consejos:
-
Si no tenés harina leudante, usá harina común y agregale 1 cucharadita colmada de polvo de hornear por cada taza.
-
No abras el horno antes de los 30 minutos para que no se hunda en el centro.
-
Podés hacer una versión más húmeda agregando 1 cucharada de crema o yogur natural.
-
Para intensificar el sabor cítrico, usá ralladura de 2 limones en lugar de uno.
-
El jugo de limón fresco es ideal, pero si no tenés, podés reemplazarlo por vinagre blanco para activar el polvo de hornear.
-
Esta torta también se puede cubrir con un glaseado simple de azúcar impalpable y jugo de limón para darle un toque más goloso.
Una receta ideal para los días en que querés algo rápido, fácil y que siempre quede bien.