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Postres, pastelería y cosas dulces

Cómo hacer Postre rápido y delicioso, solo ponlo en la nevera

Si tenés poco tiempo y ganas de algo dulce, este postre es ideal.

No necesita horno, se hace en minutos y queda cremoso, fresco y tentador.

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Es perfecto para preparar con lo que tenés en casa y disfrutar bien frío.

Ingredientes

  • 2 tazas de leche en polvo

  • 1 lata de leche condensada

  • 2 potes de crema de leche (200 g c/u)

  • 1 sobre de gelatina sin sabor (7 g)

  • 10 cucharadas de agua fría

  • 1 paquete de galletitas tipo wafer con relleno (del sabor que prefieras)

Preparación

  1. En un recipiente, hidratá la gelatina sin sabor con las 10 cucharadas de agua fría. Dejála reposar unos minutos y luego disolvela según indique el envase (podés calentarla unos segundos en el microondas o a baño maría).

  2. En el vaso de la licuadora, colocá la crema de leche, la leche condensada y la leche en polvo. Licuá todo durante 2 minutos hasta que se forme una mezcla lisa y cremosa.

  3. Sumá la gelatina ya disuelta a la preparación y batí unos segundos más hasta integrar bien.

  4. Cortá las galletitas wafer en trozos medianos, no hace falta que queden iguales. Agregalas al bol con la mezcla cremosa y mezclá con una espátula para que se repartan bien.

  5. Volcá todo en una fuente o molde apto para heladera. Nivelá un poco la superficie y llevá a enfriar por al menos una hora, o hasta que esté bien firme.

  6. Una vez frío, podés servirlo directamente desde el molde o desmoldarlo si lo hiciste en una budinera desmontable.

Consejos:

  • Usá galletitas wafer con relleno de vainilla, chocolate o limón, según tu gusto. También podés usar obleas comunes si querés una versión más liviana.

  • Si querés darle un toque especial, espolvoreá coco rallado o ralladura de limón por encima antes de llevarlo a la heladera.

  • Este postre también se puede hacer en porciones individuales usando vasitos descartables o frascos chicos.

  • Para un extra de textura, agregale pedacitos de frutas como duraznos en almíbar o frutillas frescas.

  • Se conserva en la heladera hasta 3 días sin problemas. No lo congeles, ya que puede perder la textura cremosa.

Un postre simple, rendidor y sin complicaciones.

Ideal para esos días calurosos donde querés algo dulce pero sin prender el horno. Probalo y seguro lo vas a repetir.

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