Este postre helado es una receta ideal para los días calurosos o para cerrar una comida especial con algo dulce y fresco.
No necesita horno ni pasos complicados, y lo mejor es que se prepara con solo tres ingredientes básicos.

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La combinación de crema, dulce de leche y merengue logra una textura suave por dentro, con un toque crocante irresistible.
Ingredientes
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300 g de crema de leche (batida a medio punto)
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200 g de dulce de leche familiar
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1 taza de merenguitos secos trozados (podés reemplazarlos por chips de chocolate, nueces o almendras picadas)
Preparación
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En un bol grande, colocá la crema de leche bien fría y batila con batidora eléctrica hasta que tome cuerpo. No debe llegar al punto chantilly, solo semi montada para conservar su textura cremosa.
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Agregá el dulce de leche y mezclá con una espátula o cuchara de madera realizando movimientos envolventes. Evitá batir demasiado para que no se baje la crema.
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Incorporá los merenguitos trozados y mezclá suavemente hasta que se integren bien en toda la mezcla.
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Volcá la preparación en un molde rectangular o tipo budinera forrado con papel film o papel manteca.
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Nivelá la superficie con una espátula y cubrí con más papel film.
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Llevá al freezer por al menos 5 o 6 horas, o hasta que esté completamente firme.
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Antes de servir, retiralo unos minutos antes para que sea más fácil desmoldar y cortar. Servilo en porciones individuales y disfrutá de su textura cremosa.
Tips y consejos:
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Para un sabor más intenso, podés intercalar capas de dulce de leche o salsa de caramelo entre la mezcla antes de llevarlo al freezer. Al servir, esas vetas doradas quedan visualmente atractivas y le aportan un extra de dulzura.
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Si preferís una versión más liviana, usá crema vegetal o dulce de leche light; el resultado seguirá siendo cremoso y sabroso.
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En lugar de merenguitos, podés incorporar trozos de galletitas de chocolate, bizcochuelo o incluso brownie desmenuzado para obtener una textura más densa.
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Si te gusta el contraste de sabores, añadí una pizca de sal marina o un chorrito de esencia de vainilla a la mezcla antes de congelar.
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Una presentación especial: al momento de servir, decorá con almendras fileteadas, trozos de merengue, virutas de chocolate o una lluvia de cacao amargo.
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Este postre se conserva perfectamente hasta por una semana en el freezer si está bien cubierto, evitando que se formen cristales de hielo.
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Podés preparar porciones individuales en moldes pequeños o vasos de vidrio; así quedan listos para servir sin necesidad de cortar.
Fácil, rápido y delicioso, este postre helado de tres ingredientes es una de esas recetas que siempre sorprenden.
Ideal para cuando querés algo dulce sin pasar horas en la cocina y querés disfrutar de una textura cremosa y crocante en cada bocado.