Este pan húmedo y bien casero combina avena, zanahoria fresca y nueces, formando una preparación nutritiva y con una miga compacta.
Es ideal para quienes buscan algo dulce pero liviano, perfecto para acompañar un mate o un desayuno rápido.

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La mezcla de especias, frutos secos y zanahoria le da un sabor cálido y una textura que se mantiene tierna durante varios días.
Ingredientes
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2 tazas de avena en hojuelas
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1 taza de zanahoria rallada
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1/2 taza de nueces picadas
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3 huevos
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1/4 taza de aceite de coco derretido
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1/4 taza de miel o el endulzante que uses
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1 cucharadita de canela
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1 cucharadita de polvo de hornear
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1/2 cucharadita de sal
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1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
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Precalentá el horno a 180 °C y prepará un molde para pan. Podés engrasarlo con un poco de aceite de coco o forrarlo con papel manteca para desmoldar sin problemas.
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En un bol amplio, batí los huevos con la miel, el aceite de coco derretido y la vainilla hasta lograr una mezcla pareja.
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Sumá la avena, la zanahoria rallada, las nueces picadas, la canela, el polvo de hornear y la sal. Mezclá con una espátula hasta que quede una preparación espesa y uniforme.
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Pasá la mezcla al molde, emparejá la superficie y, si querés, agregá nueces extra arriba para darle más textura, tal como se ve en el pan de la imagen.
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Horneá entre 30 y 40 minutos, o hasta que al insertar un palillo salga limpio. La parte superior debe quedar dorada y con un ligero crocante.
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Dejalo enfriar antes de cortarlo para que mantenga su forma. Una vez frío, queda perfecto solo o con un toque de miel o manteca.
Tips y consejos:
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Procesar parte de la avena ayuda a obtener una miga más pareja sin perder la textura rústica.
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Si la mezcla queda muy espesa, un chorrito de leche puede equilibrarla.
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Reemplazar la miel por azúcar mascabo aporta un sabor más intenso.
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Agregar unas pasas de uva o chips de chocolate amargo da un toque distinto sin modificar la estructura del pan.
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Se conserva muy bien envuelto o en un recipiente hermético por varios días.
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Cortado en rebanadas y congelado es ideal para tostar cuando necesitás algo rápido.
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Un poco de jengibre o nuez moscada intensifica el aroma especiado.
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Para una corteza más firme, podés espolvorear avena por encima antes de hornear.
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Tostarlo suavemente realza el sabor de las nueces.
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Si querés un pan más húmedo, sumá media banana pisada sin cambiar el resto de la receta.
Este pan es una opción práctica, sabrosa y llena de textura, ideal para preparar con ingredientes simples y disfrutar en cualquier momento del día.