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Cómo hacer Licuado Cremoso de frutilla y banana

Nada mejor que un licuado natural para refrescarte y llenarte de energía.

Este licuado cremoso de frutilla y banana es una opción deliciosa, saludable y muy fácil de preparar.

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Ideal para el desayuno, la merienda o después de hacer ejercicio, combina el dulzor de la banana con el sabor fresco y ácido de las frutillas.

Su textura suave lo hace irresistible y podés adaptarlo a tu gusto agregando leche vegetal, yogur o un toque de miel.

Ingredientes

  • 1 taza de frutillas frescas o congeladas

  • 1 banana madura

  • 1 taza de leche (puede ser entera, descremada o vegetal)

  • ½ taza de yogur natural o de vainilla (opcional para más cremosidad)

  • 1 cucharadita de miel o endulzante a gusto

  • 3 o 4 cubos de hielo

Preparación

  1. Lavar y preparar la fruta
    Limpia bien las frutillas con agua fría y retirales el cabito verde. Si usás frutillas congeladas, no hace falta descongelarlas, pero podés dejarlas unos minutos a temperatura ambiente si querés una textura más suave. Pelá la banana y cortala en rodajas.

  2. Licuar todos los ingredientes
    Colocá en la licuadora las frutillas, la banana, la leche, el yogur, la miel y los cubos de hielo. Licuá todo a velocidad alta hasta obtener una mezcla uniforme, sin trozos de fruta. Si preferís un licuado más espeso, agregá menos leche; si lo querés más líquido, añadí un chorrito extra.

  3. Probar y ajustar
    Probá el licuado y ajustá el dulzor según tu gusto. Podés sumar un poco más de miel, unas gotas de esencia de vainilla o incluso una pizca de canela para darle un toque especial.

  4. Servir bien frío
    Servilo inmediatamente en vasos altos. Si querés una presentación más atractiva, decorá con una rodaja de banana o una frutilla entera en el borde del vaso.

Consejos:

  • Para una versión más saludable, reemplazá la leche por bebida vegetal de almendras, avena o coco.

  • Si te gustan los licuados más espesos, podés usar banana congelada o agregar una cucharada de avena fina.

  • Si buscás un extra de proteínas, incorporá una cucharada de yogur griego o proteína en polvo sabor vainilla.

  • Guardá el licuado en la heladera hasta por 24 horas en un frasco hermético, agitándolo antes de servir.

Con pocos ingredientes y en solo unos minutos, tendrás un licuado cremoso, fresco y natural, perfecto para disfrutar en cualquier momento del día.

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