Esta torta fría de banana es cremosa, suave y perfecta para los días calurosos.
No necesita horno, tiene una base de galletitas crocante y una cubierta de crema batida con rodajas de banana fresca.
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Ideal para cumpleaños o como postre de verano.
Ingredientes
Para la base:
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200 g de galletitas dulces (Lincoln o María)
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80 g de manteca derretida
Para el relleno:
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3 bananas maduras
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300 g de leche condensada
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250 ml de crema de leche (bien fría)
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Jugo de medio limón (para que la banana no se oxide)
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1 cucharadita de esencia de vainilla
Para decorar:
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200 ml de crema de leche extra
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2 cucharadas de azúcar impalpable
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Rodajas de banana fresca
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Galletitas trituradas o granola crocante
Preparación
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Triturá las galletitas dulces hasta que queden como polvo grueso. Mezclalas con la manteca derretida y combiná hasta formar una masa húmeda.
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Colocá la mezcla en la base de un molde desmontable de 20 cm, presionando bien con una cuchara para compactar. Llevá al freezer por 15 minutos mientras preparás el relleno.
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En una licuadora, colocá las bananas peladas, la leche condensada, la esencia de vainilla y el jugo de limón. Procesá hasta obtener una mezcla cremosa y sin grumos.
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En un bol aparte, batí la crema de leche hasta medio punto (que quede espesa pero no dura).
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Incorporá la mezcla de banana a la crema batida con movimientos envolventes para mantener la textura aireada.
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Verté el relleno sobre la base ya fría y nivelá la superficie. Llevá al freezer por al menos 6 horas o hasta que esté firme.
Decoración
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Batí la crema extra con el azúcar impalpable hasta lograr punto chantilly firme.
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Colocala en una manga con pico rizado y hacé copos o rosetas sobre la superficie de la torta.
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Agregá rodajas de banana fresca y espolvoreá con galletitas trituradas o granola para darle crocancia.
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Conservá en el freezer hasta 10 minutos antes de servir, para que quede cremosa al cortar.
Tips y consejos:
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Para que las bananas de la decoración no se oscurezcan, pincelalas con un poco de jugo de limón.
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Si preferís una versión más liviana, reemplazá la leche condensada por yogur natural endulzado.
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También podés sumar una capa de dulce de leche suave entre la base y el relleno, si querés un sabor más goloso.
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Si querés más firmeza, agregá 1 cucharadita de gelatina sin sabor hidratada a la mezcla antes de llevarla al freezer.
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Esta torta se conserva hasta 5 días en el freezer o 2 días en la heladera, siempre bien tapada.
Es una receta práctica, sin horno y con una textura que recuerda a un cheesecake helado, con el sabor fresco de la banana y el contraste perfecto entre la crema suave y la base crocante.